No-dualidad es el estado en el cual quien conoce no se diferencia de lo que conoce, quien observa no se ve diferente de lo conocido.
Para el paradigma occidental esto suena altamente extraño y paradójico, pero en verdad, tiene más cierto de lo que parece. Es nuestra forma de mirar y pensar la que no es capaz de tolerar esa no-dualidad.
Sri Nisargadatta Maharaj, Ramana Maharshi y muchos maestros orientales profundizaron en esta visión que conlleva el replantearse profundamente el significado de Conciencia.
Antonio Blay, con su gran capacidad inteligente para experimentar y ver, también llegó a este tipo de conclusiones. Consuelo Martín sigue impartiendo retiros para transmitir, entre otras cosas, la no-dualidad.
No es casual que la física cuántica de hoy día llegue a afirmaciones similares en cuanto a que lo observado no es independiente del observador.
Desde la no-dualidad, la Conciencia es un continuo. No hay un Yo —ya sabemos que esto es una creación mental—, sino que sólo existe conciencia en el presente.
La cuestión es que nuestra mente separa, fragmenta, es algo inherente a ella, con lo que inmediatamente en nosotros no existe otra concepción que no sea la de sujeto por una parte, y objeto por otra.
En Astrología el equivalente es el planeta Neptuno. Neptuno disuelve los bordes, y hace que exista un estado no diferenciado. Es el mar, el cual está compuesto de millones de gotas de agua.
La experiencia no-dual
En su día ya hablamos de Iván Oliveros o Sesha, maestro del Vedanta Advaita. Exponemos una excelente explicación de Sesha acerca del estado de no-dualidad.
«Es común escuchar a cualquier hombre de ciencia que todo método científico fiable ha de considerar que el universo posee una representación dual, esto es, que el universo es independiente de quien lo conoce. Esta representación dualista otorga un sentido de diferencia implícita en cualquiera de los contenidos que puedan ser conocidos, ya sea en la categoría física: objetos, personas, sustancias materiales en general, o en la categoría ideal: sentimientos, sensaciones, pasiones, pensamientos, etc.
Bajo esta perspectiva dual, la conciencia de quien experimenta los eventos logra certificar la realidad y validez de lo conocido, imponiendo a su propia experiencia un sesgo de diferenciación en todo lo acontecido. El mundo, a juzgar por quien lo conoce, es la suma de infinitos eventos, todos ellos duales y diferentes los unos a los otros.
A su vez, y de forma aparentemente antagónica a la apreciación previa, la base del sistema de pensamiento del vedanta advaita sostiene que el universo y sus contenidos son verdaderamente No-duales. Afirmamos por experiencia propia que el universo y nosotros mismos somos parte integrante de un flujo de Conciencia no-diferenciada cuyo origen no es exclusivo del sujeto conocedor, sino que el mismo sujeto y su conciencia personal son expresiones de una categoría de realidad que le contiene y a la que denominamos No-Dualidad.
La No-dualidad no solamente es la base sustancial de cualquier evento ideal o real que constituye el universo sino que, a su vez, encierra y contiene a la misma conciencia individual. Esta afirmación, que de por sí es bastante original y a primera vista aparentemente extraña y lejana a nuestra experiencia personal, se fundamenta en el hecho de que es posible experimentar el mundo de manera consciente sin que la representación dual de los contenidos experimentados haga que se perciban diferenciados.
La experiencia No-dual desafortunadamente no es una categoría posterior a la experiencia dual, razón por la cual ninguna vivencia dual puede llevar a la experiencia No-dual. Afirmamos que dualidad y No-dualidad coexisten, pero no se interceptan en ninguna forma de cognición.
No existe un universo consciente donde la experiencia dual salte y se convierta en No-dual; tampoco existe una forma de cognición dual que finalmente se deshaga y desaparezca para darle paso a la No-dual; pero menos aun existe una realidad No-dual que desaparezca alguna vez. Lo que existe son percepciones duales que coexisten con su esencia No-dual. Una correcta percepción no anula la dualidad, simplemente advierte la realidad No-dual de la cognición.
El truco para realizar un acto cognitivo y consciente No-dual es desalojar el sentido de diferenciación (“mío”, “yo”, “soy”) del acto mismo del conocimiento. Cuando la Conciencia, libre de la limitación impuesta por el sentido dual del sujeto diferenciado, asume por Sí misma la cognición de los eventos reales o ideales, el universo cambia su faceta perceptiva sin que cambie su naturaleza esencial, es decir, el mismo universo de eventos es conocido de una manera totalmente diferente a como se venía representando previamente, de forma análoga a como la descripción de la realidad onírica y de las reglas que se establecen en el sueño no son las mismas que en vigilia.
Así, la experiencia No-dual de la realidad se asimila a un despertar del sueño de la ilusoria dualidad: todos los eventos aparentemente diferenciados y duales previos de dicho “sueño” se reestructuran en el nuevo despertar de forma no-diferenciada. La experiencia más profunda y hermosa de la comprensión No-dual es el hecho de atestiguar que la Conciencia es un flujo ilimitado, ininterrumpido y simultáneo de Saber; que el universo mismo no es ajeno a quien lo conoce, y que la sustancia que lo conforma es aquella misma que es la base de quien lo observa.»
Existe una inteligencia primaria, anterior al pensamiento, que por la primacía de la visión racional y lógica de la existencia, ha quedado relegada al «olvido» del inconsciente.
Por eso algunos maestros afirman que no hay ninguna búsqueda que realizar, sino una labor de liberación -de soltar creencias muy arraigadas en cuanto a nuestra interpretación de nuestra identidad y realidad- y de integración en el constante fluir de las cosas; proceso que sólo ocurre y se manifiesta en el eterno ahora.
Intelectualizarlo señala la experiencia. Experimentarlo, si quiera a ráfagas, despeja dudas y anima a continuar sean cuales sean los tropiezos que nos resten.
Un abrazo.
Tenemos el equipo para hacerlo, es que como dice juanarmas, lo hemos olvidado.
Les mando un vídeo, tal vez algunos de ustedes ya lo han visto. Es el relato de una experiencia, y las palabras no le alcanzan. A esa percepción ella le llama la-la-land, me parece un hermoso nombre.
Pienso que en él se muestra como dualidad y No-dualidad coexisten, pero no se interceptan en ninguna forma de cognición, como afirma Sesha.
http://www.youtube.com/watch?v=wsvlhmdFulU&feature=autofb
Cariños
Hola Juan y Marta. Creo que todos podemos afirmar que la no-dualidad es, al menos, curiosa para la mente occidental, ¿verdad? Extraña 🙂 Cuando tuve la oportunidad de conocer a Sesha en Madrid, la experiencia personal que nos contó sí podría parecerse a la contada por Jill Bolte Taylor en el vídeo que nos adjuntas. Conocía el vídeo de hace tiempo pero creo que «no lo guardé en la memoria» porque, a mi modo de ver, lo cuenta precisamente desde el hemisferio izquierdo (mucha palabra, muy rápido, sin pausas), y me pareció denso como para captar la sensibilidad o indefinición de la realidad vista desde el hemisferio derecho. Los conceptos parten lo global.
La no-dualidad sólo se puede comprender si nos acercamos al silencio, si ejercitamos nuestra permeabilidad, nuestra conexión con el cosmos, o dicho astrológicamente, si desarrollamos nuestro Neptuno natal. Precisamente con este último concepto, podríamos de nuevo afirmar que la no-dualidad tiene algo de «mágico».
Abrazotes.
Hola José, tienes razón. Es como la no-dualidad inducida por drogas de las experiencias «místicas» de los hippies. Recuerdo el Manual de Iluminación para holgazanes de Thadeus Golas, librito muy interesante, vale la pena. Ella es una científica y una intelectual racional, jejeje Y está estupefacta, no logra centrarse, no llegó a traves de una disciplina, de un trabajo interior. Alguien como el Dalai Lama no necesita palabras siquiera, sólo es, y la enseñanza está dada. Actúa por presencia, es el lapis filosofal. Y claro que es un mago.
Abrazo
Para explicartelo de manera simple te dire que la no dualidad es semejante a la vacuidad espacial, es como el espacio infitnito en donde ocurren y suceden los movimientos de los grandes seres del espacio (Planetas, lunas, estrellas, etc). No hay antiespacio, no antivacuidad, solo hay uno.
si me permiten , tuve la gracia de conocer la no dualidad.
esta se conoce ,estando en el mundo de las no formas,no es un estado de conciencia simple,se necesita ser arrancado de este mundo por 2 veces consecutivas,es decir tener que pasar por el mundo de los muertos y paraisos,en dicho mundo , solo eres ,pero sabes las cosas , porque siempre las has sabido ,no existe amor ,ni odio,no existe el raciocinio,no hay formas,pero eres un algo y con conciencia,sabes que eres hijo de Dios,sabes que tienes un encargo para regresar a casa y que es.
en ese momento tienes la oportunidad de fundirte con Dios y regresar al Padre.
finalmente decirles que mucho juegan con nuestra fe ,con nuestros sentimientos religiosos,y cuando lean lecturas que digan,y se aparecio Dios y dijo,Dios escribio ,etc,estas no son verdades,porque Dios no tiene forma ,en su mundo no hay formas,no ama,en su mundo no existe ese sentimiento de la mente llamado amor,porque la mente controla este mundo y el intermedio,de los muertos ,cielos e infiernos,pero no el mundo de Dios.
si me preguntan,podria comentar otras cosas.