Este artículo es continuación de ¿Qué es la Osteopatía y en qué consiste?
Siguiendo con los principios fundamentales de la Osteopatía:
2. La unidad del cuerpo
El cuerpo es una unidad integrada que tiende al equilibrio, en compensaciones permanentes con el centro de gravedad, la bipedestación, el equilibrio estático y el movimiento, —ya sea interno o externo.
La estructura evolucionada para la horizontalidad, goza de dos balanzas equilibradoras, la cintura escapular y la cintura pélvica.
Esta equilibración, es propiciada por los músculos y tejidos conjuntivos —tendones, fáscias y ligamentos— en una compensación de fuerzas sinérgicas y antagonistas constantes.
Los desequilbrios de la estructura pueden provocar otro tipo de desequilibrios a corto o largo plazo.
Una descompensación en la pierna derecha por sobrecarga en la musculatura de este mismo lado, puede con el tiempo dar lugar a una escoliosis, a un desplazamiento del sacro respecto a los iliacos, a una anteriorización o posteriorización de un iliaco respecto al otro; así como provocar como consecuencia desplazamientos vertebrales, presiones de disco, y pinzamientos nerviosos a nivel muscular y óseo, con sus correspondientes disfunciones y alteraciones en otros sistemas.
Un desequilibrio de la cintura escapular, puede dar lugar a la descompensación de la cintura pélvica, y de la musculatura en su recorrido a lo largo de la espalda y viceversa
3. La autocuración
El cuerpo en sí posee todos los mecanismos para vencer la enfermedad, siempre y cuando la estructura y sus funciones no presenten ninguna dificultad grave que rompa el equilibrio o desajuste algún sistema y sus ciclos normales.
4. La ley de la arteria
La nutrición y la eliminación de elementos tóxicos, así como el sistema de defensas, dependen del buen flujo sanguíneo y linfático.
La sangre aporta al organismo en su fluir lo que necesita para mantener el equilibrio integral.
Conclusión del fundamento osteopático
Partiendo de la idea de que el cuerpo es una unidad que tiende al equilibrio, la armonía y la autocuración, y que posee todo lo necesario para mantenerse en buen estado, se puede deducir que cualquier elemento físico y orgánico que pierda la concordia o coherencia con el resto del cuerpo, da o puede dar lugar —si no se corrige a tiempo— a la alteración de otras funciones o elementos del conjunto.
Por la misma línea del mismo fundamento podemos decir que la salud consiste en la tensión justa, la presión mínima al mínimo esfuerzo y la búsqueda del equilibrio físico, acompasando y acompañando los ritmos de los ciclos vitales y la sinergia del equilibrio de fuerzas físicas externas y corporales. Así como, en aportar al cuerpo la ayuda necesaria y oportuna para la reequilibración progresiva y constante de los posibles desequilibrios, no forzando, ajustándonos a las demandas del cuerpo, y dándole a este lo que necesita en cada momento para mantenerse sano y vital.
Autora: Mª Inmaculada Jiménez, Psicoterapeuta gestalt y Osteópata.