Los astrólogos se han dedicado en el pasado fundamentalmente a la tarea de predecir el futuro.
Igual que los informativos del tiempo nos muestran cada día cómo va a ser el día de mañana y siguientes, los astrólogos realizan una prognosis acerca de los acontecimientos venideros.
La historia de la humanidad está repleta de asesoramiento astrológico, desde los ciclos lunares, pasando por las manifestaciones de los reyes, hasta la elección del momento de invadir un país en plena guerra.
Aún en el siglo XX la tendencia ha sido esta, la de aprovechar la Astrología para prepararnos para el futuro.
Es obvio que, cada día más, la integración entre la Astrología y la Psicología hace que la primera se redefina en su uso de tal forma que una de sus aplicaciones sirva para aconsejar desde el presente, tanto en cuanto «si sigues actuando de este modo te vendrán este tipo de acontecimientos».
Ya no es un determinismo prefijado, sino un condicional en el cual uno puede hacer mucho al respecto.
El futuro se crea desde el presente: mirar el presente para tener un futuro mejor puesto que si no es así, repetimos futuro.
El astrólogo Segundo Ruíz ha rescatado un programa de televisión española del año 1991 dirigido por Francisco de Oleza, e integrado por personas destacadas y reconocidas en el mundo de la Astrología como:
- Demetrio Santos, profundo investigador español de Astrología
- Michael Gauquelin, psicólogo que investigó 30000 cartas natales para obtener estadísticamente resultados concluyentes acerca de la validez de la Astrología
- Boris Cristoff, investigador y creador de métodos propios de prognosis
- Vicente Casannya, director de la revista Tu Suerte
- Muriel Chazalón, astróloga
- Theodor Landscheidt, astrólogo y científico
El debate tan viciado de si la Astrología es confiable o no es trascendido en este caso, y aunque la visión es la mencionada en párrafos anteriores («según cómo sucedió en el pasado hablemos de los efectos de los ciclos venideros»), merece ver el programa centrado en Astrología mundial. Agradecemos a Segundo su publicación.
Aprovechemos la frase de Boris Cristoff: se reconoce la Astrología si se investiga en ella, o la frase de Kepler recordada por Vicente Casannya: los pronósticos sólo deben ser leídos por personas inteligentes, eruditas y serenas.
Hola josé,
algo me llama la atención. Cuando comencé a estudiar Astrología en el 2007 en ningún momento pensé que los astros influyeran en nuestras vidas. Siempre fue el principio hermético, el de la Tabla Esmeralda de Hermes Trimegisto, el fractal.
Como afuera, adentro; como arriba abajo. Un método y un sistema de codificación y decodificación para mirar adentro mirando afuera, para mirar abajo mirando arriba, para hacer visible lo invisible.
Ninguno de estos astrólogos plantea eso, todos hablan de la «influencia» de los astros. ¿Tanto cambió la astrología en 15 años? Además no tiene lógica, si todo el conocimiento acumulado en la Astrología por milenios tiene un punto de cristalización en la Tabla Esmeralda ¿porqué acá no se reconoce ese principio? Principio que por otro lado ha sido confirmado por la matemática y la física. No entiendo.
Además eso fue lo que me atrajo, porque el I Ching es lo mismo. Un método y un sistema de codificación y decodificación para mirar adentro mirando afuera,. El hexagrama que resulta de la tirada (afuera) es coherente con la situación planteada en la consulta (adentro). Es lo mismo.
El Tarot, las runas, todos los sistemas se basan en lo mismo. Es como si dijéramos que los hexagramas las runas o las cartas influyen en nuestras vidas aunque no las conozcamos! Y lo que sucede es que cuando las manipulamos nos «muestran» lo que no vemos, lo que no podemos ver pero existe. Esa es la cosa, esa es la inmensa utilidad.
Perdona José Ignacio, me ha desorientado este programa. Porque son astrólogos reconocidos, Cassanya tiene un blog de donde bajé un softwere hace unos días.
Hola Marta. Existe una corriente astrológica que aún mantiene ese lenguaje, el de «la influencia de los astros». No sólo aparece en las revistas y horóscopos «Saturno te obligará a… Urano te romperá…» sino que astrólogos con nombre hablan de ese modo. Y comprobado está en este video. A mí también me cuesta entenderlo. No sólo no es así sino que -lo que considero todavía más importante- no favorece la necesidad de responsabilizarnos de nosotros mismos puesto que «Saturno vendrá y me hará trizas… y ¿qué puedo hacer yo?»; ese lenguaje revela que detrás existe ese patrón de pensamientos, anquilosado en siglos pasados que no corresponden con la nueva psicología a partir de Carl G. Jung. Y bien cierto es que ya Hermes Trimegisto expresó la sincronicidad de arriba-abajo, como bien indicas, que continuamente manifiesta la Astrología.
Quizá no quieran decir eso pero lo dicen, se expresan así. La Astrología psicológica y la Psicología astrológica sí se apoya fírmemente en el principio de correspondencia y no en el de causa-efecto. Recojo una frase de Bruno Huber: «Los planetas son fuerzas disponibles en cada uno de nosotros, que están sincronizadas con las energías cósmicas.»
«No debemos imaginarnos que los planetas nos proporcionan determinadas capacidades especiales sino que en nuestro interior hay unas energías y fuerzas sincronizadas con los planetas del sistema solar capaces de actuar.»
El punto positivo del debate es que, a pesar del lenguaje, no se entra en la madeja de discusión habitual de si crees o no en la Astrología o de si es verdad o mentira, caldo de cultivo de la polaridad neptuniana.
Ok José, todo bien con Bruno Huber, buscándolo conocí Sermasyo y te conocí.
Tal vez sea porque vengo desde otro pensamiento paralelo y a la Tabla Esmeralda la conocí mucho antes de encontrar la Astrología, entonces seguí ese tipo de astrólogos como Bruno Huber. Igual asombra el tiempo que se toman para explicar la «influencia» de los astros. Astros que en el mundo ni siquiera se encuentran en el lugar donde los ponemos en nuestras cartas. La Astrología es una convención, como el Sistema Métrico Decimal, las Runas y el I Ching. En fin, una pena y una oportunidad desperdiciada.
Hay que hacer otro programa 😉
Por supuesto que es ridículo entrar en eso de la creencia, como es ridículo preguntarse si crees en el Sistema Métrico Decimal.
No tiene nada que ver con creencias. Supongo que ningún astrólogo serio se presta a ese tipo de discusiones. Cuando escuchas «yo no «creo» en la Astrología» le dices Vale!. Punto final. A otra cosa mariposa.
Porque es el tipo de persona que «cree» en lugar de saber, que no se da el trabajo de investigar y aprender por su propia cuenta, que es sordo a sus intuiciones, de los que repiten las creencias de otros. Discutir con o por creencias no sirve, es una pérdida de tiempo.
Cuando crees estás en la obligación de atacar y defender, la polaridad neptuniana es eso, la creencia en lugar del saber con certeza intuitiva.
Cuando sabes pasas de todo eso, no haces la guerra, aceptas a todos y te conformas a ellos. Hay de todo en el mundo y todos viven y tienen derecho a vivir. Punto
Gracias José Ignacio, ha sido una oportunidad para poner en claro esto tan confuso que está en las creencias de la gente al respecto de la Astrología. Sólo que me sorprendió escucharlo en una mesa de astrólogos.
Ojalá sea que no han querido decir eso, que eso es una manera de decir las cosas consuetudinaria producto del oscurantismo en el que tuvo que sobrevivir el hermetismo. Por otra parte eso de usar un lenguaje para el vulgo y otro para los que son como uno es también una manera de reservarse un gran poder, de no compartirlo.
Y de mantener al vulgo siendo vulgo. Porque enseño con palabras falaces, fraudulentas. Confundo con mi enseñanza y creo odio y guerra.
¿En realidad confío en que mi vecino es tan hombre como yo lo soy?. ¿Porqué lo disminuyo, lo infravaloro? Qué intensión subyace a la infravaloración de mi vecino?. ¿Cuál es la motivación detrás de la motivación de dejarlo en la ignorancia?
Realmente pienso «¿para qué le voy a enseñar? Mejor lo dejo como está que así es feliz en su ignorancia.» Se supone que ese pensamiento es el summum de la misericordia.
No lo veo así, lo veo como el summum de la soberbia y el abuso de poder.
Comprendo todo lo que dices, lo vivo igual 🙂 Yo no soy capaz de decir «influencia de los astros» porque no lo veo así, no lo entiendo así, no lo vivo así, aunque esa sea la manera más fácil de hablar a una persona desconocedora de la Astrología. Pero justamente diciendo «Saturno te influye» no salimos de esto! es decir, seguirán los que estudiaron la Astrología por un lado y los que no la estudiaron y dicen «creo en la Astrología» o «no creo en la Astrología» por otro.
La Astrología hay que respetarla y los primeros que tenemos que respetarla somos los astrólogos.
La palabras crean el mundo toooodos los días. Si tooodos los días los astrólogos hablamos en esos términos estamos recreando el mismo error en las gentes tooooodos los días. Igual que cuando decimos «tengo» diabetes en lugar de decir «estoy» con diabetes. Porque al decir tengo me la apropio, es MÍIIA. Lógico que así será muy difícil que salgas de eso.
Por eso se ha introducido ese concepto de la palabra políticamente correcta. Porque hablar para otros es acción política e impacta en lo social si estás en rol de maestro de otros. En la televisión aprende el 98% de toda la humanidad. Supongo que el 2% restante agrega algún periódico e internet y el 0.5 % de ese 2% algún libro y seguí para abajo.
Eso es muy malo para todos y es algo que se ha buscado, para eso existe la escuela que existe. Es muy grave la responsabilidad de lo que dices en la TV.