Nuevamente regresa a España la escritora Cristina Beati para presentar en Madrid su nuevo libro Declaración de Adolescencia, un apasionante libro donde como dice la autora…
«Te invito a recorrer el infinito espiral de la vida con sus admirables tramos de muerte, tránsito y nueva aurora».
Introducción al Libro, Declaración de Adolescencia
Existen instancias de éxtasis en los gestos de reverencia ante la vida. Inspiración que asciende y descubre su intención más profunda en el silencio del encuentro pleno con uno mismo.
Allí se experimenta con diáfana inocencia la difusión del yo en el todo y la máxima concentración de Amor. Se revela como gesto agónico, y es un dolor tan insostenible como el que precede al orgasmo, y por fin la entrega es la muerte y la liberación. Como la sístole y la diástole del corazón sobrecogido y expandido. Es el ritmo y el palpitar del universo entero.
La poesía sucede en tu interior. Arde silenciosamente hasta que un llamado amoroso la convoca y la invita a emerger. Se despierta perezosamente del letargo como liberándose de una bruma sutil. Y es a partir de ese mágico momento cuando comienza a escoger su forma más acabada de expresión. Se desliza como lava arrolladora. A veces prefiere ser manantial cantarino. No te inquietes si en torbellino arrasa las resistencias y se impone. Lo sorprendente, cualquiera sea el modo en que se manifieste, es que se corporiza en preciosas palabras agrupadas con una musicalidad irresistible. Sereno oleaje, ondulaciones suaves y abruptas caídas impetuosas. Exaltación del alma y honduras insondables.
No hay adolescencia que no abrace la muerte como aliada hasta que la espiración de un nuevo tiempo la libera y arroja a nuevas playas más soleadas.
Te invito a recorrer el infinito espiral de la vida con sus admirables tramos de muerte, tránsito y nueva aurora.
Y como anticipo…»Déjame partir».
Déjame partir. No me retengas. No hables de mí en presente. Me confundes. ¿No ves que estoy contigo de otro modo? Me hacen reír tus preocupaciones y tus intereses. Te comprendo. Ya nada me limita. Puedo atravesar las barreras de tus culpas y tus vergüenzas y penetrar en tu esencia.
Me pareces tan bello, tan milagrosa e inocentemente niño.
No te compliques. No me temas. No me acercaré de noche para hablarte. No te sobresaltes con mi presencia más sutil y diferente.
Seguramente en estos nueve días volveré con mis mejores galas para despedirme definitivamente de ti. Haz un hueco en tu corazón. De allí nadie podrá apartarme.
Ya no llores. Evócame con serena alegría. Estoy bien. Debo seguir mi camino.
En este mismo instante veo la totalidad de esta vida.
Perdóname, sobre todo las ausencias.
Autora: María Cristina Beati, Terapeuta, Tarotista y Sanadora Espiritual.