Cuando éramos pequeños y en la clase de ciencias naturales nos explicaban que hay tres reinos en la naturaleza, el animal, el vegetal y el mineral, se nos decía que los minerales son inertes.
Sin embargo, para mi, ya en aquella época de mi niñez, los cristales de colores, los cuarzos, las especiales formas de algunas piedras del río o del camino de mis excursiones en la montaña, los minerales, mis cristales, mis piedras, estaban vivos, les sentía vibrar, me trasmitían sensaciones especiales que me hacían soñar y con mi imaginación descubría mundos de color y maravilla. Mis animalitos de compañía enfermaban, cumplían años y morían pero mis cristales y piedras ahí estaban, siempre presentes.
Con el tiempo me di cuenta de que los cristales son los únicos seres que no envejecen, no enferman y no mueren (a menos que se te caigan de las manos y se hagan añicos). Fui descubriendo que también existen los “minerales de compañía”, y empecé a utilizarlos según la sensación que me trasmitían.
En la época de mi adolescencia no había libros que hablaran de los cristales de sanación. La única información de la que yo disponía era que gracias a que mi padre, relojero de profesión, trabajaba con numerosos joyeros, los cuales me dejaban ver sus valiosos tesoros relatándome maravillas y características mineralógicas, que no llegaba a entender demasiado ya que lo que yo sentía con los minerales de colores era mucho mas que aquellas piedras maravillosas, carísimas y diminutas me trasmitían.
Índice de contenidos
1) ¿Cómo fue tu acercamiento a los cristales, Nina?
Fue en la infancia, siendo muy pequeña. Mi salud era más que débil y mis padres me llevaban en verano a lugares de naturaleza donde la tierra era roja y contenía pequeños cuarzos brillantes. Este fue mi primer acercamiento, nunca mejor dicho, porque al acercarme, ese destello que llamaba mi atención, venia de diminutos y medianos cuarzos que empecé a coleccionar. Ahí empezó todo.
Ya con catorce o quince años, mi habitación estaba llena de piedras “especiales” y ha ido en aumento, ni te imaginas la de minerales que tengo ¿sabes porque?, pues porque no hay dos minerales iguales y me encanta ir a ferias de minerales y visitar tiendas especializadas y hablar con gemólogos, coleccionistas, terapeutas holisticos, curanderos, chamanes….
2) Afirmas que existe un interés más marcado en las mujeres, más que en los hombres. ¿Por qué se produce este hecho?
Quizá sea porque las mujeres tenemos una especial sensibilidad para sintonizarnos con las joyas de la madre tierra, quizá sea porque nos sentimos deseosas de averiguar más sobre nuestro potencial sanador, quizá sea porque somos nosotras las que damos a luz y los minerales de sanación son pura luz.
De todas formas, tengo que decirte, que desde hace más de 20 años que doy cursos de cristaloterapia, no puedo quejarme del interés por parte de los hombres; siempre hay hombres en mis talleres y cursos de cristales, cada vez más, esto es un hecho y me encanta.
3) ¿Podrías explicar brevemente el poder de sanación que poseen estas piedras?
Tradicionalmente, en todas partes del planeta, desde tiempos ancestrales, se han venido utilizando los minerales por su poder de sanación, por ejemplo, en la medicina ayurvédica se les otorga un poder sanador muy importante. Su poder de sanación se basa en la capacidad que poseen de emitir y transmitir una vibración energética constante, este es el motivo por el que se utilizan tanto en tecnología punta, como sensores, transmisores, equilibradores…y al fin y al cabo, el cuerpo humano, con su campo bioenergético, también es una exquisita maquinaria orgánica compuesta básicamente por minerales, oligoelementos, sílice principalmente y la sinergia se da con estos minerales, los que llamamos cristales de sanación por su capacidad equilibradora. Su poder de sanación es precisamente este, el de equilibrar la energía.
4) ¿Son más eficaces unas más que otras, o hay aplicaciones determinadas y, en resumen, todas resultan útiles de igual forma?
En general y a grandes rasgos, todas poseen una fuerza, una vibración beneficiosa pero cada una de ellas es única en cuanto a sus peculiaridades relacionadas con su composición química, su vibración cromática, su dureza, resistencia, campo aurico, transparencia u opacidad, si tiene inclusiones metálicas…son diferentes, son una maravilla, por eso constituyen en si mismas un reino: el reino mineral.
Date cuenta que yo llevo mas de 35 años en contacto con ellas y unos veinte de especialización al aplicarlas en terapia, dedicándoles mi pasión y atención, investigando, comprobando, formándome, enseñando sobre sus cualidades, aprendiendo con mis alumnos…y te puedo asegurar que apenas sé nada de lo mucho que me queda por aprender de ellas mismas, de su luz, de su maravilla.
5) Personalmente te inclinas por algunas en especial, como las amatistas, ópalos o turmalinas. ¿Cuál es la razón de dicha preferencia?
La razón es la circunstancia en la que las descubrí en su momento. A ver, cada mineral para mi es bellísimo, sea como sea y tenga el color o la apariencia que tenga, pero especialmente, la primera vez que ví una amatista, me quede tan fascinada….en la amatista me fascino su color, del lila al violeta profundo, por ejemplo me acompañó en toda la fase de mi embarazo, en el parto, en la lactancia y aprendí machismo sobre sus cualidades en esta etapa de mi vida.
Con los ópalos fue un flechazo, me enamoré de la fastuosidad de sus colores, de la energía de alegría que emiten, aprendí a valorarlos en México, sobre todo los ópalos de fuego, tan abundantes allí y de las turmalinas, me parecen sencillamente mágicas, de un poder extraordinario al combinar tan exquisitamente sus franjas de color, me apasionan y también fueron mis minerales de compañía en una etapa triste de mi vida, tras una ruptura sentimental que me marcó bastante y en este sentido, en el sentido de la superación, del aprendizaje que conlleva el ir distanciándote y descubriendo todo lo positivo de una experiencia en apariencia dolorosa, me volví incondicional de las turmalinas.
Menos mal que me has preguntado sólo por tres de mis preferidos, porque en realidad tengo muchísimos preferidos y cada uno por un motivo, por una etapa, por un aprendizaje, por algo especial, en fin, por tantas cosas.
6) Has viajado y lo haces periódicamente por distintas partes de Europa y América. ¿Hay matices particulares en cada continente con respecto a los cristales en general?
Si, por supuesto que si. A nivel geográfico y geológico, no es lo mismo la vibración energética de un cuarzo ahumado procedente del Uritorco, en Argentina, que el que pueda proceder de otro lugar, la energía telúrica es distinta en cada continente e incluso en cada país, cada mineral posee la fuerza del lugar de donde procede como la de una Obsidiana de México o la de una Amatista de Brasil.
Luego están los minerales que sólo se dan en un lugar determinado como por ejemplo el Larimar en República Dominicana o el Ametrino de Bolivia. Este ultimo, al que yo prefiero llamarlo Bolivianita, es para los bolivianos todo un emblema; llegas al aeropuerto de Santa Cruz de la Sierra y te quedas maravillado con las drusas que ya ves allí mismo.
O por ejemplo en Uruguay, es en el único lugar en el que he encontrado cuarzos citrinos opalizados, una maravilla. En zonas de Francia y el norte de España se dan unas selenitas y calcitas blancas preciosas y en Inglaterra, en comercios especializados, encuentras los minerales más originales, exóticos y dispares que te puedas imaginar.
7) A pesar de la información que hasta ahora nos das, alguien podría seguir dudando de los atributos de los cristales. ¿Cómo fundamentarías la importancia de las gemas en nuestras vidas?
Pues en estos casos, empezaría diciendo que hay cosas que son verdad aunque no nos las creamos y las beneficiosas propiedades de los cristales de sanación son una de ellas. Luego echaría mano de la ciencia y le hablaría de Marcel Vogel, un científico de la IMB que lo dejó todo para dedicarse exclusivamente a las propiedades vibracionales, sanadoras y canalizadoras de algunos minerales, especialmente del cuarzo y añadiría que mas escéptico que era este científico, no había nadie y no le quedó mas remedio que rendirse a la evidencia.
Seguiría mi exposición informando sobre el hecho refutado ya por años, del uso de imposiciones cristaloterapeuticas en quirófanos y la colaboración de terapeutas especializados en las propiedades de la cristaloterapia con médicos alópatas, en México gracias a la especialista Marla y a su hijo. Por no hablar de las tradiciones ancestrales como la medicina ayurvédica o las sanaciones chamánicas llevadas a cabo por los hombres y mujeres medicina de todos los continentes.
Y terminaría diciendo que tampoco somos capaces de comprender cómo es que las ondas de radio viajan sin que las veamos y sin embargo prendemos el televisor y no solo oímos sino que vemos las imágenes en tiempo real. Los minerales vibran, esto es un hecho, el ser humano es pura vibración constante, este es otro hecho. Y la mente humana, es capaz de negar o ridiculizar por ignorancia lo que no comprende, esto también es un hecho. Por lo tanto, no se trata de creer o convencer, se trata de sintonizar o no, de tener afinidad o indiferencia, por lo tanto, cuando algo nos interesa, casi seguro que no hace falta convencer a nadie, sólo disfrutar con la mente y el corazón de la maravilla de estos seres coloridos y cristalinos que no enferman, no envejecen y no mueren nunca a no ser que se nos caigan de las manos y se rompan.
8) Un consejo para quien por primera vez se siente atraído por este tema y quiere empezar con pie firme para aprovecharse de sus beneficios.
Me vas a permitir una sugerencia y un consejo.
La sugerencia, sin ninguna duda: que lea mis libros. No porque se yo quien los ha escrito, sino porque en ellos encontrará toda la enseñanza que he ido recabando de mis mejores maestros; mis alumnos, y de los cristales mismos. Toda la experiencia de una vida dedicada a la medicina que más me apasiona, la más natural y transparente.
Y como consejo: que no crea nada porque yo lo diga, sino porque lo experimente por si mismo, a su ritmo, con sus preferencias, haciendo su propia verdad basada en su empatía y sintonía con cada mineral que elija intuitivamente.

Nota: Entrevista realizada para la revista TUMISMO. Negritas realizadas por Sermasyo.
Autora: Nina Llinares, Escritora, Cristaloterapeuta, Instructora de Mantra-Yoga, Técnico en Dietética, Directora de la Escuela de Enseñanza Privada Técnicas Atlantes™©.
Muy buen artículo. Me encantó como me encantan los minerales…hago joyería y bisutería y tengo la casa llena 😀 Ellos te hacen recordar de donde vienes, a donde vives, quién eres…y todo lo que puedes llegar a ser!
Hace nueve meses empecé un curso de esencias de Orquídeas y gemas, las gemas por eso de enraizarnos y no volar demasíado, son extraordinarias….Está semana estoy tomando «aguamarina»,tiene un efecto purificante y clarificador sobre el cuerpo, y sobre el alma,potencia el lenguaje,aporta frescor y claridad….está siendo una experiencia magnifica,no sé, creo que dentro de nosotros, poseemos una «parte mineral», me encanta sentir la fuerza de la tierra….muchas gracias, Nina, por amar tanto ese mundo.