Probé muchas actividades antes de probar el yoga. Reconozco que tenía ciertas ideas preconcebidas sobre el yoga: que es sentarse y meditar, que es algo muy estático, aburrido,…
Hay un antiguo cuento hindú que narra la historia de un hombre que caminaba por una calle oscura cierta noche. Llegado a un punto vio bajo un farol a una mujer llorando desconsolada, buscando a la luz del farol algo por el suelo.
El hombre se acercó y le preguntó: ¿Qué se te ha perdido?
Ella le respondió llorando: Mi aguja de coser, es la única que tengo.
El hombre extrañado le preguntó: ¿Se te ha perdido aquí, en mitad de la calle?
-No, la perdí en mi casa, pero como allí no tengo luz, he venido a buscarla aquí.
(“Cuentos espirituales de la India” Autor: Ramiro A. Calle)
Todos hemos buscado alguna vez en los lugares equivocados, todos hemos llorado desconsolados porque no encontrábamos lo que necesitábamos, porque pensábamos que habíamos perdido algo… en realidad nunca lo perdimos, sencillamente estábamos buscando en el lugar equivocado. Todo lo que necesitamos siempre ha estado con nosotros.
Eso fue lo que sentí cuando comencé a descubrir el yoga. Me di cuenta de que mis ideas preconcebidas, mis prejuicios, habían hecho que buscara fuera lo que tenía dentro.
El yoga no es una exhibición de contorsionismo, ni una larga meditación, ni recitar el OM,…el yoga es encontrar el equilibrio entre tu mente y tu cuerpo. Es aprender a conectar los dos, a escucharlos, y sobre todo, a quererlos.
Cuando comencé a dar clases vi que había personas que por trastornos físicos, patologías, etc. tenían muy limitados sus movimientos, y me decían: “No puedo”.
Lo que me enamoró y me sigue enamorando del yoga es que te enseña a ser tolerante, con tu cuerpo, con sus limitaciones, a aceptarlas y a trabajar con nosotros mismos a partir de ellas.
Cuántas veces he visto a alguien en una clase forzándose hasta extremos que le acarreaban una lesión, o alguien que competía consigo mismo o con sus compañeros porque quería hacer una postura más perfecta a costa del sufrimiento de su cuerpo.
El yoga no es “No puedo” pero tampoco es forzarte hasta dañarte. El yoga es ese punto exacto entre la indulgencia y la agresión hacia tu cuerpo y hacia tu mente.
Cuando comprendes que con amor y paciencia tu cuerpo será más flexible y ágil, que tu mente encontrará paz y serenidad, dejas atrás la intolerancia, la autocrítica, la competitividad.
Una de las cosas que más me sorprendió y me conmovió fue el significado de la palabra Namasté. Siempre había pensado que significaba “Gracias”, que era una especie de saludo. Lo cierto es que es la expresión pura del amor, de la conciencia universal,… Namasté proviene de una plegaria muy antigua. Éste es el extracto más conocido:
“Venero ese lugar en ti dónde habita el Universo entero.
Venero ese lugar en ti que es amor, luz y verdad.
Y cuando tú estás en ese lugar dentro de ti
Y yo estoy en ese lugar dentro de mí
Somos uno”.
Todos somos Namasté, todos somos Yoga, todos somos Uno.
Autora: Luz de Paz, profesora de yoga.
URL: www.sermasyo.com
Que hermoso comentario Luz, sobre todo me gusto que el Yoga no es contorsionismo ni es «no puedo» pero tampoco es exigirse hasta sufrir o hasta hacerse daño. Es una disciplina practica de amor hacia el cuerpo, la mente y el corazón. Namaste
Hola, Humberto:
Muchas gracias por tu comentario.
Sólo he querido transmitir lo que para mí es Yoga.
Cada persona lo sentirá de una forma, pero siempre provoca en nosotros mismos la misma respuesta.
Yoga es unión: la unión con nosotros, con nuestro cuerpo, con nuestra alma.
Namasté a tod@s
Gracias Luz por tu escrito! Sabes? Ser Más Yo es conectar con el Centro y desde ahí expresar y manifestarse, tan fácil y difícil como eso 🙂 Explicaste el Yoga desde ti, desde tu experiencia, y eso llega! Namasté.
Todo lo que es Verdadero es sencillo y simple y se siente cuando se lee o se escucha como en este caso….
Gracias Luz por compartir, Yoga es quizá un estado que se alcanza y que no requiere posturas especiales ya que hablamos de Libertad interior agena a todo condicionamiento. No se alcanza algo más bien nos damos cuenta de que lo Somos Todo.
Namasté.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios tan amables! Espero poder seguir compartiendo con vosotros otros artículos. ¡NAMASTÉ!