Voy a intentar, en este artículo introductorio y general, trazar algunas líneas de qué es la musicoterapia en general y finalmente me centraré en mi experiencia personal:
1. Introducción y definición: ¿Qué es Musicoterapia?
A grandes rasgos, la musicoterapia consiste en utilizar la música con fines terapéuticos en contextos individuales o grupales. Diría que se desarrolla en un marco de relación terapéutica de ayuda, con unas condiciones (objetivos, demandas, evaluación) que van en la dirección de apoyar unas necesidades dentro de un marco terapéutico (con unos objetivos, como “mejorar habilidades sociales”, por ejemplo) y donde la música es usada como herramienta para el proceso anteriormente mencionado (ayuda, crecimiento).
Definiré musicoterapia como:
«… El uso de la música y/o elementos musicales (sonido, ritmo, armonía y melodía) por un Musicoterapeuta especializado con un cliente o grupo de clientes en el proceso diseñado para facilitar y promover comunicación, relación, aprendizaje, movilización, expresión, organización y otros objetivos terapéuticos relevantes con el fin de lograr cambios y satisfacer necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas…» (WFMT, 1996, en Del Olmo, M.J., 2008).
Dentro de los diferentes usos de la música que suelo hacer en Musicoterapia en mis sesiones está: Escuchar y responder a la música tanto grabada como improvisada en las sesiones de musicoterapia. Como método suelo utilizar la improvisación musical libre (no se necesita saber música ni es importante la estética de la producción musical, sino el interpretar y componer música con el Musicoterapeuta durante la sesión), la expresión de movimiento corporal estimulada por la música tanto grabada como en vivo, la música combinada con otras artes expresivas, así como la expresión gráfica motivada por la escucha musical y la relajación a través del uso de la música tanto grabada como en vivo, estando el énfasis en el uso de la improvisación clínica como herramienta terapéutica y es por ello que el enfoque que utilizo se llama “creativo”.
2. Efectos de la Musicoterapia
La música tiene amplios efectos que involucran muchas áreas del funcionamiento humano.
- A nível físico tiene efectos en el tono muscular, en la respiración, en la presión sanguínea, entre otros.
- A nivel emocional, permite evocar y liberar emociones reprimidas, facilita la instrospección, entre otros.
- A nivel social facilita la comunicación interpersonal, pudiendo aumentar habilidades sociales y sentimientos de confianza grupal.
3. Ámbitos de aplicación
La musicoterapia es usada en diferentes ámbitos, a grandes rasgos: Educativos (centros de educación especial, escuelas infantiles), Sanitarios (hospitales, en psiquiatría o cuidados paliativos), Sociales (Centros de menores, centros de día).
En embarazadas, la musicoterapia puede ser un medio para establecer un vínculo afectivo con el bebé por nacer. Hay estudios que sugieren los efectos de la música para reducir la ansiedad: La madres que escuchan música durante el embarazo tienen menor probabilidad de sufrir depresión y ansiedad. Habría que agregar que el bebé puede ser estimulado, ya que es capaz de escuchar la música que viene del exterior a partir del cuarto mes.
En niños con necesidades educativas especiales (N.E.E.), la musicoterapia les ayuda a mejorar su comunicación y expresión emocional, así como a focalizar la atención.
4. Mi experiencia en Musicoterapia
En mi experiencia, he tenido oportunidad de trabajar como musicoterapeuta con varias poblaciones: Adultos mayores, niños con N.E.E. (colegios), psiquiatría, hospitales tanto en unidad de oncología como planta de psiquiatría o con personas con enfermedad mental.
En el caso del trabajo con adultos mayores, los objetivos apuntaban a mejoras en la memoria, emocionalidad (en cuanto a síntomas depresivos, aislamiento, etc.), socialización, entre otros. En general su respuesta ante la musicoterapia es muy buena, siempre que no estén muy “bloqueados”. Pienso que el rol de inutilidad que perciben y que la sociedad les devuelve (“no trabajas, no eres nadie”) desaprovecha la experiencia y las posibilidades que los mayores tienen. Los contextos sociales que devuelven roles activos a las personas y les reconectan con roles e imágenes de capacidad (no de in-capacidad) son estimulantes y pueden brindar nuevas experiencias de vitalidad.
Esto mismo, en mi experiencia, es lo que ocurre en una planta de psiquiatría. Las personas allí pasan gran parte del tiempo deambulando, mirando la televisión o fumando y en un contexto que les devuelve casi una sola imagen: La de que están enfermos. En musicoterapia los participantes encuentran un espacio no estigmatizante donde vincular con otros en forma lúdica (el estigma refiere a la condición que se les asigna a estas personas como in-capaces o peligrosas, en los medios de comunicación o en la sociedad en general. Respecto a la supuesta violencia, habría que decir que los indicadores de violencia en estas personas son inferiores a los así llamados “normales”)
En niños con N.E.E. la musicoterapia intenta generar un vehículo para la comunicación. En este sentido he podido apreciar efectos interesantes, no en todos los casos -ya que no hay pócimas milagrosas- pero sí hay niños que mejoran en el nivel de atención, en psicomotricidad, en la emisión de palabras con sentido comunicativo.
En contextos hospitalarios, ciertamente que la musicoterapia tiene una utilidad importante. A veces como distractor ante estímulos dolorosos, otras veces como vehículo de expresión emocional ante emociones de miedo, duelo, que generan auténticos bloqueos en el paciente y la familia, cuando se hace presente la fantasía de la muerte o de cambios que las personas difíciles de elaborar.
En todos los casos, en mi experiencia, la producción de música en el contexto de musicoterapia es capaz de reconectar a las personas (no a todas, por supuesto) con lo que podríamos llamar “alegría de vivir”.
Autor: Enrique Meza Acuña, psicólogo y musicoterapeuta
URL: www.sermasyo.com