Alguna vez reflexionaste acerca de ese precioso talento que te fue encomendado? Tú sabes que se te fue revelando gradualmente desde tu niñez, y que es tan inherente a tu naturaleza que casi ni te cuestionas acerca de esto.
Este texto, un poco autorreferencial en cuanto a que se nutrió con experiencias vividas como consultante y lectora de Tarot, seguramente te resonará en varios aspectos. Escribirlo me ayuda también a mí a iluminar este asunto y a exigirme un poco más.
Te propongo algunos puntos interesantes para que los cuestiones, comentes o debatas. Acá van:
- Igual que el artista que elige un cauce para su vasta creatividad, el ”intuitivo” suele indagar en varios aspectos de lo esotérico hasta acceder al ámbito en el que se detiene y afianza. Y es allí donde ahonda y puede desplegar su máxima sabiduría y entregar su aporte más precioso. Diversificarse y no poder integrar su “particular visión de la realidad” le restaría consistencia a su aporte.
- En general la personalidad del “dotado” es de naturaleza introspectiva, mirada alerta y profunda, y de a ratos, evasiva y distante. Suele ser servicial y atento a las necesidades del otro: proveedor espontáneo de consejos y sugerencias. A veces no está de más aplicar el enunciado: “No se debe ayudar al que no quiere que lo ayuden”. Es común que incurra en el exceso de involucrarse demasiado donde no lo convocan.
- Reviste particular importancia reconocer que éste es un don a administrar, una “gracia” recibida. No es una posesión ni motivo de orgullo y soberbia: por lo cual es preciso ser humilde y reverente ante la revelación del “misterio” que manifiesta cada “alma”. El auténtico “grande” se reconoce por su modestia y suele evitar ser llamado “maestro”.
- Es menester que el contexto personal y social que se disponga para la experiencia sea acorde a la peculiaridad milagrosa y luminosa de lo que allí se vive.
- Lo sugerido en el párrafo anterior lo sintetizo en una palabra: “impecabilidad”. Sabemos que el “absoluto” es inalcanzable, pero es importante que cada uno de nuestros gestos en cuanto a pensamientos, emociones y acción estén impregnados de esta intención.
Propiciar una buena calidad de vida:
- ámbito ordenado sin interferencias,
- lenguaje claro y sincero,
- alimentación sana
- actividades adecuadas,
- actitud justa aplicada en el RECTO SENTIR-PENSAR-ACTUAR,
- armonía interna y externa,
- sin deudas y enconos perturbadores,
- sin rastros esclavizantes del pasado,
- empatía,
- máxima compasión,
- sin culpas,
- sin miedos,
- sin resistencias frente a la realidad: fluyendo…
- sembrando esperanza,
- contagiando entusiasmo,
- sin manipulaciones,
- aceptando y leyendo la realidad del “aquí y ahora” en el contexto evolutivo de la vida toda,
- conectando con la comprensión que aporta el YO SUPERIOR del consultante y del suyo propio,
- adoptando la libertad y la fidelidad a sí mismo como valores imprescindibles,
- meditando a fin de conservar el propio eje, la ecuanimidad en los enunciados, la justipreciación de lo compartido y la paz interior,
- no juzgando ni criticando,
- limpiando el sitio en donde se desarrolla la actividad antes y después de la entrevista a fin de preservar el propio cuerpo y el del consultante,
- diseñando el propio ritual y aplicándolo siempre (objetos a utilizar, repetición de mantras, música, objetos sagrados, etc),
Autora: María Cristina Beati, Terapeuta, Tarotista y Sanadora Espiritual.
Hola Cristina, que importante es todo esto. Es lo que me ha impedido ofrecer lo que sé y puedo hacer a este respecto. No me sentía en condiciones de aconsejar a nadie, para hacerlo yo sentía que tenía que ser como una roca. De esas rocas grandes sin tallar que están en algunos jardines. Recién ahora, en estos últimos años, me siento así y estoy accesible a quien me lo pida. No me dedico al tarot, lo mío es el I Ching, pero es lo mismo.
Todo esto que escribes no sólo es importante para el tarotista, sino también para el que consulta con uno. No puede ser cualquiera que se aparece por ahí. Y también vale para los psicoterapeutas, porque ellos usan estos mismos dones y deben ser como vos lo dices. De una ética impecable. Me gusta lo de ser impecable. Es como la roca, nítida, sólida, sin reacciones, responsiva, absorbe el calor del sol y lo emite. Una roca grande que no se mueva con el impacto de la otra persona. Yo suelo meditar en una roca así, para intentar parecerme a ella.
Gracias Cristina, tus entradas nos hacen pensar en la dirección correcta.
Querida Marta
Como sabras,entre tu y yo existen 5 horas de diferencia, por lo cual mis respuestas podran resultarte retardadas. Asi que mis disculpas…
Me agrado mucho lo que escribiste, y creo que suele sucederle a los seres hiperresponsables. De todas maneras, y ante esto que compartes conmigo, surge mi sugerencia de «confianza» en tu rol de instrumento de los Maestros. Aportamos lo que podemos y el resto lo hacen ellos. Desde la «recta intencion» y el anhelo de dar lo mejor de nosotros mismos el resultado sera ciertamente lo que el alma del consultante merece recibir. En un tiempo de tanta crisis, hace falta la intervencion de gente como tu. Siempre algo «misteriosamente milagroso se obrara a traves de tu intervencion». Tiempo de meditar y actuar («ora et labora). Cada uno tiene su precioso, unico y original talento para cultivar y compartir.
Gracias por tus valiosas y alentadoras palabras.
Un abrazo.
Qué cierto, Cristina. Pienso que todo tarotista o asesor se cualquier tipo, como dice Marta, debería tener en cuenta todos estos puntos que anotas. Es fácil caer en una posición de poder o no cuidar aspectos que están asociados a algo intrínseco de toda consulta: la ayuda desde el contacto entre 2 personas. Muchas veces no hace falta ni las cartas para ayudar a alguien. Lo importante es el contacto humano, no las cartas, pero el Tarot puede aportar al vínculo tarotista-consultante una ayuda esencial en forma de información para -por cierto- no sólo al consultante sino al tarotista 🙂
Excelente artículo, Cristina, todos estamos atentos a tus posts, un abrazo.
Hola Jose Ignacio
Gracias por tu aliento. Aunque suene extrano, «amo las crisis». A veces las promuevo en los seres que me rodean y en mi misma. Surge de esa instancia de caos, lo mejor y lo peor de cada uno. Preciosa oportunidad para «desmalezar». Curiosamente cada vez que regreso de mis viajes, me encuentro con la exhuberancia del jardin de mi casa. Y lo primero que hago es arrodillarme y reverenciar el milagro de la naturaleza y poco a poco erradicar la maleza. Me lleva unos dias. Cuando termino la tarea, recien ahi comienzo con mis consultas y talleres. Siento que recien ahi estoy preparada para compartir «lo mejor de mi misma».
El parrafo anterior me surgio como reflexion al leer en tu texto «LO IMPORTANTE ES EL CONTACTO HUMANO…»
Un abrazo.