Hoy día existe una confusión generalizada producto de una distorsión. Se cree que el Tarot y otras mancias como la Astrología o la Numerología sirven únicamente para conocer qué te va a deparar el futuro. Numerosos medios de comunicación (revistas, televisión) alimentan aún esta premisa errónea.
La realidad es que los sistemas de adivinación se crearon para acercarse a Dios (del latín «Ad divinis») y no para predecir el futuro. Sin embargo, la tentación del hombre hizo su aparición —como en tantas otras ocasiones a lo largo de la historia, dicho sea de paso—, y fue utilizando las mancias como modos para saber qué es lo que va a pasar.
María Cristina Beati es argentina y experta en Tarot Ontológico y de Sanación, Arte y Tarot, Visualización Creativa y Meditación. En su libro «Las mejores tiradas de Tarot, Manual Universal de Tarot» publicado por Ediciones Librería Argentina (Madrid) podemos leer una introducción que explica magistralmente este tema:
«Desde siempre, el hombre indagó acerca de su esencia, se sumergió en la profundidad de su subconsciente, ansió bucear en su interior y desentrañar las aspiraciones del alma.
Utilizó distintos tipos de instrumentos de la más variada índole, con el propósito de concretar esa conexión. Estos soportes, se denominaros mancias. Según fuera el elemento escogido, se modifica el prefijo: cartomancia, ictimancia, cafemancia, nigromancia, etc. En sí, lo más importante, no era el instrumento elegido, sino el uso que se hiciera de él, y aquello a lo que se apuntaba, que es la adivinación.
Lamentablemente se desvirtuó el objetivo final de esta búsqueda, que es, según expresan las palabras «ad divinis», acercarse a Dios, conectarse con la chispa divina que arde en nuestro interior, y se pretendió limitarlo a un aspecto estrictamente predictivo.
No bastó con este primer gran error. Las mancias, originalmente «caminos de autoconocimiento y sabiduría», se comenzaron a emplear de un modo perverso, para condicionar y manipular la voluntad del otro, lucrar, someter y corromper.
Frente al amanecer de una nueva era, nos enfrentamos con el compromiso de retornar a las fuentes, conectarnos con los principios propuestos por los Grandes Maestros, y difundir una mirada que transponga los umbrales de la psiquis, y nos contacte directa y amorosamente con el alma.
Ante la vulnerabilidad del que consulta, intentar una actitud nueva, no condicionante, buscando ampliar su campo de conciencia; acompañarlo como «la comadrona» propuesta por la Mayéutica, a dar a luz lo mejor de sí mismo, a adquirir el buen hábito de cuestionarse y descubrir el para qué de sus vivencias, ayudándolo a confiar en las posibilidades que el despliegue de sus alas le proporcione, e incitándolo a disfrutar del placer de volar en libertad.
Estamos transitando una franja muy sutil. Lo esotérico muta hacia lo exotérico. Aquello que fuera el conocimiento de unos pocos, se comienza a percibir como patrimonio de la humanidad. Por eso es tan importante que su difusión se realice con respeto, humildad y seriedad.
Es oportuno recordar que una mancia es sólo un soporte o apoyo. Lo importante es permitir que nuestra intuición trascienda el símbolo, y nos animemos a captar y transmitir aquello que es esencial a los ojos del alma.»
El Tarot y otras mancias, tienen como profunda función la de conectarnos con la esencia divina, lo que hace que los 78 Arcanos sean una herramienta de Autoconocimiento, Sanación y Crecimiento Espiritual.
Autor: José Ignacio Marina, Astrólogo Transpersonal y Tarólogo.
marta dice
Hola José,
Cómo nos pueden confundir con las palabras! Siempre se ha dicho desde las religiones de nuestra tradición que el conocimiento de lo divino está velado por 7 velos. Y se ha propiciado un temor reverente hacia ese conocimiento. Eso nos ha llevado a apartarnos de conocerlo como si fuera el viejo de la bolsa. También nos dicen «no hay temor en el amor», pero es imposible amar lo que no se conoce. Si temo no amo, si desconozco me produce miedo y no amo. Hay una contradicción de términos que provoca una disociación y lleva a los usos supersticiosos de la religiosidad personal. A conductas religiosas vacías de significado que son amaneramientos, hacer como sí, pero en realidad es no.
Se ha desalentado la búsqueda individual y dios permanece velado por los 7 velos y no hay manera de tener una vivencia personal como no sea en una catarsis colectiva en el templo.
Cuando al estudiar el catecismo me dijeron los mandamientos y el primero hablaba del amor a dios esa fue mi pregunta ¿cómo hago para amarlo? Porque a esa edad por cierto que amaba a mis padres y sabía lo que era el amor y no podía imaginar una manera de amar a ese ser barbudo y ajeno en la nube de los dibujos y así lo dije. Y pregunté mucho más, hasta que llamaron a mi madre para que me hiciera callar.
Desde ese momento corté con la religión exterior por completo. Lo que no significó que se calmara mi ansia de trascendencia, porque si preguntaba era porque quería saber. Mi búsqueda era auténtica, anhelaba conocer, yo quería saber el significado de la vida, del mundo, quería saber.
A los 30 años encontré el I Ching. Fue una cosa muy lenta, muy trabajosa. Yo no sabía que eso me estaba acercando, yo lo usaba para conocerme, para entender el mundo, para comprender. Lo usaba también como un medio mágico que me permitía encontrar lo que realmente me estaba sucediendo y lo que realmente estaba sucediendo en mi interior y en el mundo. Con la intención de no cometer errores, de enmendar fallos, de crear un mundo mejor a mi alrededor, de hacerme responsable de mis actos con conocimiento de causa. Para encontrar la «cosa» que me rehuía, la «cosa» que era mi camino, mi destino.
Todo eso se puede hacer con el I Ching. Y no usé el Tarot y la astrología porque nunca cayó en mis manos hasta unos años atrás. Descifrar sus imágenes era mirar a través de los velos. Y llegó un momento en que sin buscarlo algo más sucedió, comencé a ver algo más, a tocar algo más en mi interior. Porque las mancias responden a los porqué y a los para qué, algo que la ciencia no responde. Y nuestras preguntas pueden ser muy profundas y las respuestas también. Las mancias nos permiten calar hondo en nuestra interioridad oscura y llega un momento en que de pronto todo se ilumina.
No digo más, cada uno tiene que hacer todo el camino por su propia cuenta, hay ayudas que aparecen si camina. Nadie puede enseñar la experiencia, lo único que se puede enseñar es el camino que conduce a la experiencia. Por algo al tarot se lo ha llamado el Camino Real. Lo que se puede entender como el camino de los reyes, y también como el camino a lo real, a lo verdadero.
Dulce dice
Quizás…El verdadero maestro, aquél que se instala al lado de sus discípulos con el deseo de iniciarlos en el descubrimiento del Tarot, no limita su acción a la simple transmisión de conocimientos…Más allá de lo apasionante que es profundizar en la simbología de cada Arcano, la posibilidad de trascender este aspecto de la lectura lo es más aún…Conectar con el Arcano, permitir que éste nos inspire lo esencial y traer al plano consciente su mensaje de sabiduría, son sin lugar a dudas las propuestas más valiosas de una “tirada”…
El transmisor de esta mancia debe recorrer con sus alumnos el «abecé» del autoconocimiento. Es imprescindible despertar la intuición con ejercicios de respiración, relajación y visualización, trabajando con los sentidos y procurando ampliar el campo de conciencia individual y grupal…La meditación como encuentro con el yo personal y trascendente, es el principal objetivo a proponer. Cada Arcano es una maravillosa oportunidad de penetrar en lo más profundo de uno mismo…El trabajo en equipo, una actitud positiva, la lectura intuitiva de las cartas desde el primer encuentro, son los pilares sobre los cuales se puede sustentar una comprometida y efectiva didáctica del Tarot…
La lectura grupal es una experiencia exquisita. La visión de conjunto, como la paleta del pintor, ofrece en su cromatismo vasto, variedad de enfoques y perspectivas diferentes…El respeto y amor con los que se encara cada puesta en común, constituye una experiencia dinámica, que con efectos terapéuticos, propicia desbloqueos, compromiso de cambio y estímulo para la voluntad y la acción…
Favorece la tolerancia, comprensión, empatía y abre canales para una mayor intuición y percepción de los procesos personales y de los demás…
Una postura amplia genera espacio para el aporte de cada uno, enriqueciendo cada sesión con los conocimientos y aplicación de otras mancias y experiencias, que la flexibilidad de esta didáctica permite integrar…
Trabajar en conjunto conduce a una vibración más alta; se incrementa la sabiduría y sanación con resultados que exceden la suma de las individualidades…Todo grupo en armonía que asume un propósito elevado, alcanza el yo superior y puede despertar una creatividad y revitalización sorprendentes…
Cristina Beati…mi excelente Maestra.
marta dice
Gracias José Ignacio, gracias Dulce. Tal vez intuyan cuán medular es para mi vida lo que proponen acá. Estoy abierta y llega el mensaje alto y nítido. Y sí, no hay un dirigir ni un conducir, el maestro no hace eso. El maestro abre puertas y los que estamos en el camino, seamos conscientes de ello o no lo seamos, entramos a participar. Trabajar en conjunto, yo tuve un sueño así. ¡Qué extraordinarios que son algunos sueños! Son sueños que nos enseñan. ¿Qué opinan de un maestro interior que nos abre puertas?
José Ignacio Marina dice
Pienso que el Tarot debe vivirse; no se trata de aprenderlo sino de vivirlo. Y cuando se vive el Tarot, se aprende 🙂 Por tanto, todo lo que sea un Ser en el Tarot, hará que el Tarot se muestre ante ti y te enseñe, te enseñe lo más profundo y universal de uno y de todos. Casi diría que recién conectamos con el Tarot. Cuánto más «sabes» más te das cuenta de que no «sabes».
Y esa experimentación se inicia con un camino individual, pero que posteriormente pide un camino grupal, un compartir, un intercambiar, un colaborar, un entregar, un recibir.
Marta, Dulce, aún hay mucho por hacer!
ana dice
Llevo días visitando esta web, años interpretando el tarot tal y como instruye Alejandro Jodorowky y en esta ocasión necesito un poco de ayuda o puntos de vista diferentes, sería estupendo. Soy una libra, me encuentro en un dilema emocional; atraigo a mi vida a hombres que dicen que sienten una atracción sexual hacia mi, morbo, esa palabra la utilizan a menudo. Ha llegado un momento en el que me molesta porque es como si no vieran en mí más que eso y me desequilibra por completo. He tratado de aceptarlo, incluso de un hombre del que estoy enamorada aunque a veces, salía mi creer que el que no me amara era una falta de respeto por su parte y una falta de respeto de mi hacia mi misma…así unos cuantos años ya. Él nunca se va, se aleja igual que hago yo y vuelta a empezar. He mirado las cartas y he preguntado ¿qué experiencia es la que he de aprender con este hombre?, me salió en loco; después pregunte ¿como logro equilibrar mi pensamiento de que el sexo sin amor no van unidos? me salió la fuerza y por último pregunté ¿que hago con respecto a esto? el ermitaño. Creo tenerlo claro pero ahora mismo no me sirve, necesito encontrar ese equilibrio. Gracias.
José Ignacio Marina dice
Bienvenida Ana. Pronto abriré en este portal un apartado para consultas personales, pero ya que aún no está en activo y a pesar de que el comentario no está relacionado con el tema del artículo expuesto, intentaré responderte brevemente.
Me da la sensación de que la sexualidad no la vives con total naturalidad, de tal forma que lo que llega continuamente a tu vida es una misma escena: el hombre se dirige a ti en busca de sexo, lo que podría significar que tu deseo sexual está proyectado en él. Es decir, no reconoces tu propio «deseo salvaje» de disfrutar con el cuerpo, y entonces lo ves fuera de ti.
Las cartas.
1ª pregunta: El Loco te dice «Vive sin prejuicios, totalmente libre».
2ª pregunta: La Fuerza te dice «Contacta con tu sexualidad y desde ahí podrás comprender más el amor». El cuerpo es igual de sagrado que cualquier otra parte.
3ª pregunta: El Ermitaño tal vez te diga «Medita esto, interiorízalo para curarte y cerrar una etapa y comenzar nuevo ciclo».
Los Libra les cuesta en ocasiones soltarse por completo y se ponen muy lógicos y mentales. Hay que buscar a Aries, la satisfacción del impulso inmediato para un real equilibrio.
Espero te haya aclarado un poco más la lectura.
Un cordial saludo.
ana dice
Gracias por tu respuesta, muchas gracias…no lo había pensado, pero tienes toda la razón, absolutamente. De hecho, desde que hice este comentario hasta el día de hoy, sin haber visto tu respuesta decidí no tener sexo hasta que encontrara la razón a lo que me pasa y con esto, queda todo dicho. Ahora toca trabajar en este aspecto y sin duda, vivir esa parcela de mi vida de otra forma. Muchas gracias por tu respuesta…
Xiqueta dice
Hola a todos .
He leído este artículo y me ha gustado . yo soy una simple aficionada , hice un cursillo sobre el tarot y desde que a veces lo uso , me ha aumentado mi intuición, también tengo telepatía. pero efectivamente me falta mucho por aprender
Un cordial saludo
Xiqueta
Maximo dice
Hace años studio y utilizo el tarot . Aqui he visto con que profundidad y con que rigurosidad lo estudian. Veo la sabiduria profunda de años de trabajo y de estudio . Son articulos de alto nivel en contenido asi m ismo linguisticamente son de gran altura . Me gustaria estar en contaco siempre con vosotros para ver mas puntos de vista y seguir aprendiendo que me queda mucho .
Me he dado cuenta o las vibraciones que percibo son de gran humildad y respeto ante el tarot y ante los demas . Gracias