“Al corro de la patata, comeremos ensalada, como comen los señores”, …’ ¿quién no ha jugado al “corro de la patata”, o “al escondite inglés”, o “al burro” de pequeño por mencionar sólo algunos?
Recuerdo con ternura aquellas horas interminables en las que nuestra responsabilidad se limitaba a jugar en la calle con los amigos de entonces. Y cómo me fastidiaba que me llamasen para volver a casa y tener que dejar para el día siguiente ese acto de responsabilidad.
Ha pasado el tiempo y con él los años, y aquella sensación de bienestar, felicidad, risas y llantos fue cambiada por “cosas de mayores”. Y que ha ido propiciando que con el paso del tiempo haya ido quedado en el recuerdo.
En alguna ocasión he rescatado aquellos juegos para volver a vivirlo con los más “enanos” de la familia, y ha sido cuando me he dado cuenta “a pesar de mi edad” de lo bien que me lo pasaba.
Por unos momentos, volví a ser yo en mi más pura esencia.
Entonces me pregunté porqué cuando creces, cuando te haces mayor y te cargas de responsabilidades, pierdes la oportunidad de disfrutar como lo hacías antes.
Me dí cuenta también de que en la iteración con los juegos desde el lado adulto, aprendes a ver cómo te relacionas con los demás. Si eres tímido o introvertido, si eres una persona que te gusta mandar, o por el contrario que te dirijan. O darte cuenta hasta qué punto eres capaz de trabajar en equipo. Y así un montón de observaciones que te permiten conocerte un poco mejor, y mejorar así tus relaciones con los demás.
He participado en talleres de diversa índole, pero cuando en alguno de ellos incorporaban algún juego, comprobé cómo me sentía y si me permitía participar, observando hasta que punto disfrutaba de la experiencia. Me di cuenta que no era yo sólo el que disfrutaba jugando y riendo. Es una necesidad de todos los seres humanos sentirse bien y felices.
Probé entonces a jugar con amigos y conocidos y el resultado fue más que satisfactorio ya que todos disfrutamos como hacía tiempo no lo haciamos. Como monitor del grupo (Al ser yo el que dirigía los juegos) me pude permitir observar con ternura como aquellos cuerpos adultos se habian convertido en niños. ¡Era fantastico!
Ahora quiero dar un paso más y proponeros que os permitais tener tiempo libre para que juguemos todos juntos, disfrutar, pasarlo bien y si nos apetece aprender a conocernos a nosotros mismos a través del juego.
Porque a través de estos talleres en donde predominarán los juegos, las relajaciones, las meditaciones; se pretende fomentar la confianza, la alegría y la autoestima y por medio de la risa, ayudar a eliminar los bloqueos emocionales y físicos y a afrontar mejor la vida, a ser más positivo y a aprender no sólo a conocerse sino a practicar el Arte de Permitirse.
Reír mejora tu estado físico y tu estado emocional. LA RISA ES TERAPEUTICA.
¿Quieres jugar?
Autor: José Manuel Casado, Maestro de Registros Akáshicos, Terapeuta en Terapias Regresivas, Coordinador Talleres de Juegos.
URL: www.sermasyo.com
Muy bien José manuel. Soy de tu opinión completamente . Soy profesora y todos los que pertenecemos al cuerpo de la enseñanza somos : algo de niños , algo de sargentos del ejército , algo de payasos , y mucho de actores , somos istriónicos , exagerados , pero la mayoría de lass veces con mucho sentido del humor , yo personalmente me lo pasaba bomba en las respuestas que daban algunos niños en los exámenes. lo más gracioso que te puedes imaginar , claro visto de lejos porque en el momento te cogías unos cabreos espantosos y ponías un cero como una catedral de grande . por ahí van muchas anéctotas famosas de muchos examenes . por ejm
-¿ Dónde se encuentra el cuerpo calloso¿ — En la planta de los pies
¿ Quién fue Abraham ? –el que mataba a todos los patriarcas.
Un cordial saludo
Xiqueta
Tendría que haber un lugar en mi ciudad donde poder ubicar éstos talleres y profesionales idóneos para que colaboren con la salud de los nicoleños.
Vivo en San Nicolás, Buenos Aires, Argentina.-