Lo dice un viejo proverbio chino: «El hombre no puede descubrir nuevos océanos si teme perder de vista la costa»
No podemos ser capaces de descubrir nuevas visiones, nuevas maneras de entender desde lo intuitivo, desde nuestro Yin, si no nos animamos a dejar de ver la vida de un modo Yang.
Colón, por ejemplo, jamás hubiese tenido la oportunidad de descubrir un “Nuevo Mundo” (XXI) sin haberse lanzado a la aventura osada de un “Loco” y explorar nuevos territorios.
Esa es la misión que trata de hacernos entender el Tarot, buscar nuestra verdad, vivir la vida como un juego, desafiando las verdades convencionales, las pautas que nos estructuran y encontrar las alternativas.
El Camino iniciático que despliega el Tarot nos pone frente a este viaje alocado, que necesita ser recorrido a través de pruebas, experiencias y acontecimientos que nos permiten hacernos conscientes de nosotros mismos.
Es el recorrido de entendernos como parte del Universo, que comienza en el plano inconsciente, siguiendo luego por el consciente hasta alcanzar finalmente el plano supra consciente, aquel que nos define como parte del todo.
Estos tres Planos o Instancias están formados por los 22 Arcanos Mayores, divididos en tres grupos de siete (el Loco es el Principio y Fin).
El primer grupo nos hace recorrer el sendero desde lo inconsciente, el impulso, el instinto, la aceptación del sistema en el que hemos de crecer, aquellos mandatos familiares y sociales que van moldeando nuestra infancia hasta alcanzar la adolescencia.
Se inicia con El Mago (I) cuando tomamos contacto con las Herramientas que nos ayudarán a descubrir nuestro Don, comenzamos a conocernos interiormente y entramos en contacto con nuestra Gnosis (II), manifestando creativamente la energía interior (III) que se comienza a dotar de una estructura funcional; buscamos sentar pautas y leyes (IV). Como complemento de esta visión materialista de la vida conectamos con la primera búsqueda consciente (V), y desde allí la encrucijada, dejar la antigua estructura de una vida segura por la búsqueda del verdadero Destino (VI), y surge entonces la necesidad de cambiar y comenzar a encontrar nuestra propia individualidad, El Carro (VII). El héroe parte a vivir sus propias aventuras…
La segunda instancia de este camino está dada en nuestro Plano consciente, la búsqueda en sí misma, la necesidad de desarrollar la personalidad, el Ego, el Yo consciente. Y allí el encuentro con la necesidad de hacer un balance con criterio, de entender nuestro rol en la vida. Comienza con La Justicia (VIII), avanza en un recorrido que nos da la oportunidad de encontrarle el sentido a las vivencias propias, aprendiendo de las experiencias (IX), tomando conciencia de lo efímero de la vida con sus éxitos y fracasos (X), aprendiendo a dominar nuestros instintos primarios mediante la fuerza de voluntad, desterrando el orgullo (XI), entonces, el Ego comienza su camino trascendental, empieza a pensar en el otro más que en sí mismo (XII), y la muerte de nuestra antigua identidad comienza a darle lugar al nacimiento real del iniciado, nuestra nueva vida (XIII). Comprendemos entonces, que “Cuanto hay detrás y delante de nosotros son nimiedades en comparación con lo que yace dentro de nosotros”, La Templanza (XIV).
Finalmente, el Plano supra consciente, el espiritual, nuestras aspiraciones más elevadas, que comienza con la aparición súbita del Diablo (XV), confrontándonos con nuestros apegos y deseos, representando todo aquello de lo que debemos desprendernos, animándonos a dejar atrás la comodidad y la seguridad para buscar nuevamente el inicio, tirando abajo nuestras ideas ostentosas, destruyendo los muros de seguridad abriéndonos al cambio (XVI) que nos permita volvernos vulnerables, auténticos, desnudos ante la vida, guiados por la creencia en algo Superior (XVII). Y esa vulnerabilidad, como última prueba, puede llegar a hacernos sentir temor ante la decisión de transitar el sendero según las propias creencias. Permitirnos aceptar nuestra parte de sombra (XVIII) nos acerca más al Sol (XIX), la expresión más pura de nuestra individualidad, el encuentro cara a cara con nuestro propio SER. Ahora debemos preguntarnos en qué hemos cambiado, cómo somos capaces de vernos y ver a los demás, y sentir que somos capaces de dejar atrás nuestra tendencia a juzgar (XX), aprendiendo a ser un todo con el Cosmos, llegando al Principio del nuevo renacer (XXI), El Mundo, La Corona del mago.
Autora: Karina Prevende, Numeróloga y maestra de Tarot Evolutivo.
Huy Karina, qué jugoso que está el artículo. Lo leeré con parsimonia y mirando las cartas. Nos ayuda a todos, gracias.
Un abrazo!
Hola Karina, muy bueno el articulo, tambien lo leere con tranquilidad, en principio que buena la comparacion del loco con Colón. El viaje del héroe, que atiende al llamado interior…
Gracias Karina: Me atrevo, me expongo y quiero continuar. Como introducción merece un tiempito extra de dedicación junto con las cartas.. Muchas gracias. ¿Empezamos?
Si, nada más lindo que colocar las cartas sobre la mesa y empezar a hacer el recorrido…
Intenté resumir lo mejor posible este camino del Loco, así que a tomarse un tiempito para leer, porque no pude hacerlo más corto, ja ja ja. Es toda una vida!
Ah! Mónica, lo de la comparación del Loco con Colón, me la hizo un buen amigo… Y no podía dejarla pasar. Hasta ahora no enconté otra mejor.
Saludos a las 3!
Bueno Karina, ya hice el viaje contigo. Fue muy emocionante, lleno de aventuras. ¿Puede ser que lo recorramos varias veces en una vida? Como si hubiera un recorrido total compuesto por recorridos.
Digamos así: Un primer recorrido para el mago, un segundo para la sacerdotiza, el tercero para la emperatriz, el cuarto para el emperador, el quinto para el Hierofante, el 6º para los amantes y el séptimo para la carroza. ¿Ves cómo lo imagino?
Este artículo que has escrito lo guardaré para meditar cuando paro a establecer en qué parte del recorrido estoy. ¡Qué instrumento el Tarot Karina!
Estuve pensando en que me recuerda a Tot y que está incluído en el nombre. Hermes Trimegisto como lo llamaron los griegos alejandrinos, los de la biblioteca. Dicen que era el arquitecto que conocía los trazados y trayectorias de todas las cosas, y eso es el Tarot.
Hola Marta,
Cada camino que recorremos en la vida es un camino iniciático. Cada decisión nos hace evolucionar a través de un sendero elegido.
El conocimiento de nosotros mismos, el amor, nuestras bases, nuestras tomas de conciencia, el ser madre o padre, cualquier decisión nos inicia en un camino.
La evolución desde nuestro instinto más primitivo (el Loco) hacia cualquier estado de definición de nuestro Ser, nos lleva definitivamente hacia un sendero.
Por eso hay, a lo largo de nuestra existencia, un sinfín de caminos dentro de un mismo sendero.
Podría decirse que cada bifurcación es una de tantas trayectorias, como diría Hermes, dentro de un camino trazado.
Es como cada rama de un árbol, cada desición, cada sendero, es una rama del árbol… Y son muchas.
Somos infinidad de Locos, lanzándonos a la aventura para alcanzar un solo fin, entendernos como un todo.
Excelente síntesis, Karina. Es para leerlo una y otra vez como un Loco 🙂 Fuera bromas, recoges muy bien el camino que todos vivimos, de ahí que el Tarot sea una fantástica herramienta de autoconocimiento. Buen punto para comenzar a publicar los arcanos de una forma más secuencial.
No puedo callarme la analogía de la división de los grupos de 7 cartas. El 7. El Loco encubierto al ser el tránsito de Urano por un signo. ¿Casualidad? No, por supuesto que no. Comprender nuestro Urano es comprender nuestro loco viaje.
Inconsciente, consciente, supraconsciente. Por eso la edad, la madurez aporta visión. Aprendemos a través de la vida, del contacto con la vida. El que es inconsciente no puede percibir la consciencia del otro, porque no es consciente. Pero el que es consciente y transita por los arcanos de La Justicia (VIII) a La Templanza (XIIII) sí se da cuenta de la inconsciencia del inconsciente. El destino tiene como función hacernos conscientes de lo que somos.
Tener esta perspectiva global que bien muestras, nos hace transitar el camino con mayor paz y serenidad. Gracias, abrazos!
Gracias José!
Tenés mucha razón, ese 7 no es azar. Fijate que leyendo Cáncer y la música, el comentario de Mónica, sobre trascender de un planeta a otro, es casi como leer este Sendero iniciático…
Hablamos de la transición a través de estos grupos de 7 cartas, que no son más que la asimilación de las energías de los 7 planetas personales.
Y como bien decía Iñaki, la idea es evolucionar hasta trascender Saturno, y que esto nos permita alcanzar los Planetas transpersonales (Urano Neptuno y Plutón), ese supra consciente del que nos habla el Sendero iniciático en el Tarot.
Y ahí, uno se da cuenta que todas estas ciencias (Astrología, Tarot y Numerología) nunca han crecido separadamente, y podemos entender que intentan llevarnos al encuentro con nosotros mismos desde diferentes enfoques, pero partiendo de una misma energía universal.
Abrazos!!
Qué te parece: el Aro de Tot, el Tarot. 🙂
Beso grande!
Es que me parece reconocer un ciclo de nueve años en mi vida. Conoces el simbolismo del nueve porque haces numerología también, 🙂 Tengo 63 años y estoy comenzando nueva vida, el XXi. Además estamos en el siglo XXI y en el 2001, saca los ceros y queda 21.
Nueva vida para todos!!!!
2010!!! Dá igual. jejeje!. Me entusiasmé, perdón, soy sol y ascendente en Aries. Es difícil.
Ja ja ja! Si, da lo mismo, 2001, 2010… 21, XXI, El Mundo… Habría que ver en qué grado de evolución estamos como para tener la capacidad de renacer a este nuevo Mundo, y si fuimos capaces de detener la Rueda de Samsara… porque como viene todo, imagino que nos quedan unas cuantas vueltitas por dar aún.
Hablabas también de Hermes, el «tres veces grande», 3×3=9! el Sabio Ermitaño, el que, como todo 9, ya ha adquirido la sabiduría que le permite alumbrar el camino de los que vienen detrás (la lámpara del Ermitaño y su mirada se dirigen hacia la izquierda), feliz con el mundo espiritual y el pensamiento filosófico.
Así debés estar vos ahora Marta, con un 9 evolucionado, que probablemente ya ha aprendido a ser menos emocional a través de un tumulto de emociones, buscando la armonía mental, y claro, buscando nuevos comienzos, por lo que deberás dejar algunas cosas atrás… Eso nos habla de un 9, y de un Sabio, que aprende a despegarse de aquellas cosas que no nos permiten avanzar…
Besos!
En eso estoy Karina, en eso estoy. Tratando de contener mi Aries para no tirarme a la pileta vacia, esperando a que se llene un poco.
Caminando de noche y de dia, el pié me guía. «Se hace camino al andar». Esta vez no hago planes, ninguno, me contengo para no hacerlos. Un viejo hábito, hacer planes a largo plazo. Más bien estoy tirando líneas para pescar peces, sin plan alguno y dormitando a la sombra del arbol con un ojo abierto. 🙂 algo raro y nuevo. Vendrán los peces que me co-respondan.
Mi luna en Tauro satisfecha, mi ego está casi extinto, necesita poco. Llegó el momento de legar y no de acumular.
Lo de las emociones es lo más difícil, se me desbordan aún de cuando en cuando. Pero prevalece la alegría y el contento por sobre cualquier otra. Lo necesito, me hace bien. Me está curando. Hace tres años que estoy limpiando los rincones de las telarañas acumuladas en invierno, abriendo ventanas para que entre el sol y el aire fresco, jejejej Limpieza de primavera!
Cuento todo esto para compartir con ustedes mi vida, por si a alguien le dá una luz para el camino. La vida es misteriosa, siempre hay algo a la vuelta del recodo, allí donde todavía no alcanzas a ver. Y ese algo siempre es la gente que viene con las manos llenas de regalos, sea por bien o por mal, todos son regalos. Yo agradecida a los que fueron, son y serán.
Gracias Karina, eres una de ellos, con las manos llenas de regalos! Un abrazo
Ya que decís eso, he estado pensando: ¿trascender Saturno afecta desde el plano social? ¿Te hace sentir solitario ya que los demás no pueden trascender al gigante de los anillos, aunque lleves una vida rica en experiencias y sabiduría?
Jose, da un salto y habla de «La Fuerza», hombre, que no cuesta tanto.
Mmmmm, no estaría tan segura, como tampoco se puede pensar que solo uno es capás de trascender, y los demás no.
Creo que ese sentimiento de soledad no es justamente trascendencia, porque entonces estarías juzgando al resto, creyendo que nadie está posibilitado de llevar una vida plena de sabiduría y experiencias, mas que vos.
Me parece que esa trascendencia saturnina en todo caso, si afecta el plano social, habla de la aceptación y el entendimiento de los otros, no del aislamiento por creerse superior…
Y paciencia Iñaki, el Sendero se recorre paso a paso, ja jaja.
Vaya hombre, y yo que pensaba recorrerlo saltando a la pértiga, je je.
Dotes de atleta! ja ja ja
jajajaj, yo también Iñaki pensaba igual a tu edad.
Usa tu sol en Tauro el paciente, el que puede llevar cargas pesadas y recorrer largas distancias con ella. Es dócil si no lo molestan con apremios.
¿Notas el efecto de tu Venus ariana sobre tu Sol taurino?
Tienes un ánima impaciente, viviendo harás una alquimia con todas las herramientas que tienes. Recuerda que están al servicio del Sol y hay que aprender a usarlas.
Iñaki, es al revés.
Mientras no trasciendes Saturno te sientes aislado. Al trascenderlo te sientes unido.