Recuerdo hoy el día en el que concurrí por primera vez a una consulta de Tarot. No sabía bien con quién ni con qué iba a encontrarme. Me habían recomendado una “señora muy normal e intuitiva”. Por supuesto que la ansiedad me hizo llegar con anticipación.
Al tocar el timbre y no tener respuesta inmediata dudé en insistir para no parecer impaciente o ansiosa. Dos minutos después, varias conjeturas mediante, llamé nuevamente a la puerta y al fin fui atendida. La señora aludida me facilitó las cosas con su actitud afable. Una corta espera en una sala poblada de objetos extraños, inspiró mis conjeturas e imaginación acerca del ocultismo que allí se insinuaba. Esta primera sabia tarotista me introdujo en su mágico mundo.
Esta evocación me sugirió unas cuantas reflexiones empáticas con el “consultante” y la vivencia de exposición frente a la primera consulta, los miedos, prevenciones y dudas. Y me lleva a compartir contigo algunos enunciados interesantes y útiles, producto de algunos años de experiencia.
Si eres CONSULTANTE…
- Concurre puntualmente a tu cita
- Evalúa previamente las razones que te motivan. Si es posible, escríbelas en una hoja y tenlas a mano
- Confía en el factor “sorpresa” y disfrútalo. Es un momento tuyo, personal, de encuentro con tu intimidad
- Concurre sin compañía
- Procura no estar apurado por otro compromiso
- Resérvate un tiempo al finalizar el encuentro para tomarte un café o caminar sin apuros, reflexionando acerca de lo vivido
- Averigua si puedes grabar la entrevista o tomar nota de los detalles relevantes
- Trata de concurrir con el estómago liviano evitando consumir alcohol o ansiolíticos desde por lo menos tres horas antes de la cita
- No concurras extenuado ni con sueño
- No “tomes examen” y trata de no alimentar el escepticismo. Interactúa con moderación, sin verborragia ni mutismo
- Abre tu corazón y pide luz para poder captar lo que te están entregando
- Pide referencias sobre el profesional y concurre sólo si sientes confianza y certeza en que lo que vas a vivir responde a tu “conciencia superior”
- Asegúrate la posibilidad de recibir alguna aclaración posterior a la consulta vía mail o telefónica si así lo requiriese la importancia de lo conversado
- Transcribe en la intimidad de tu hogar las sugerencias más significativas que hayas registrado y trata de sostener las intenciones en los días posteriores
- No busques “soluciones mágicas” ni pagues por “trabajos” que te prometan resultados inmediatos. No aceptes propuestas que impliquen torcer o forzar la voluntad de “otros” en función de tus caprichos o deseos
- Procura que tu guía sea tu Yo Superior y la conciencia que esto imprima en tus acciones, pensamientos y emociones
- Confía y agradece
- Reverencia esta preciosa oportunidad de ahondar en tu autoconocimiento y participa consciente y voluntariamente en tu evolución
- Intenta encontrar en la lectura del Tarot una instancia de reflexión profunda acerca de “tu aquí y ahora” y esclarece aquello que pueda favorecer la consecución de los cambios que tiendan a mejorar tu calidad de vida
Lo más probable es que salgas de la sesión con respuestas a preguntas que no habías formulado. Con inquietudes que te descolocan. Con nuevas incertidumbres. En fin, algo parecido a la expresión “De dónde vengo, manzanas traigo”.
Si así te ha sucedido, enhorabuena. Has dado con un profesional excelente. No abuses de las consultas, pero “tenlo allí, a mano”, para cuando necesites otro impulso más hacia los cambios.
Has tenido el privilegio de que se acercaran a tu alma y decodificaran lo que ésta necesitaba informarte acerca de ti mismo.
Autora: María Cristina Beati, Terapeuta, Tarotista y Sanadora Espiritual.