Cuando por fin nos atrevemos a recorrer nuestro particular e íntimo camino, es cuando realmente contactamos con nuestras verdaderas necesidades, gustos, deseos…
No hay nadie que nos indique derecha o izquierda, una velocidad u otra, sino que nosotros mismos con mucho cariño somos quienes tomamos las riendas de nuestra vida.
Es algo que parece obvio,… y que de hecho lo es, lo que ocurre es que con frecuencia nos da miedo hacerlo solos, nos aferramos a lo que llevamos en “la mochila” lo hayamos elegido nosotros o no, y no nos damos cuenta de que esa mochila comienza a pesar y que hay que ir reciclando su contenido en función de nuestras necesidades.
Yo personalmente tengo tendencia a guardar y no soltar, y claro, ha llegado un momento en el que el peso me ha hecho no avanzar y me he tenido que parar.
Hacer un “stop” es sano cuando el peso no te deja avanzar y te impide seguir creciendo. Es maravilloso sentarse y ver qué llevamos en la mochila,… te pones a sacar cosas y por lo general cuesta deshacerse de algo que nos pertenece y que ha hecho que seamos como somos, tanto de lo bueno como de lo malo.
Yo he sentido una fuerte necesidad de deshacerme de lo malo, pero reconozco que eso también ha sido necesario para llegar a ser quien soy y no lo cambiaría por nada. Las cosas malas que nos ocurren es lo que realmente nos da una gran oportunidad para evolucionar, crecer, escuchar nuestras necesidades.
Cuando yo por fin he sacado todo lo que hay en mi mochila, cuando desde el plano consciente me he visto preparada para elegir lo que me llevo y lo que dejo atrás —sin olvidarlo, pero sin formar parte ya del peso—, es cuando me he asomado a mi Carta Natal y cuando he sentido una profunda emoción al re-descubrirme a mi misma.
Me produce un gran respeto hablar de mi carta, porque ahora que comienzo a comprenderla la percibo con un sinfín de posibilidades. Ella está ahí, ella soy yo en mi estado más puro, y con ella estoy aprendiendo a respetarme más aún, a conocerme un poco mejor.
Son increíbles las capacidades que tenemos y que no mostramos al exterior por los bloqueos que nos causan las circunstancias de la vida. La carta a mí me aporta fuerza, me da claridad sobre cómo puedo afrontar las cosas.
Autor: Mª Jesús Dávila es coach y Reiki de segundo nivel.
¿Quieres escribir un artículo?
Juan dice
Una vez le preguntaron a un maestro qué palabra definía mejor la esencia de la vía zen. Respondió: «soltar».
Gracias, Mª Jesús Dávila por compartir, así como al equipo que hace posible «ser más yo»
Make dice
Hola Juan,
Compartir es uno de los mejores regalos que existe, y «soltar» es la mejor acción para que lo que compartimos sea constructivo y enriquecedor.
Muchas gracias por tu comentario.
Rosario dice
hola, te leo y más siento que estoy en el camino correcto. Estaba un poco confundida por mis necesidades. En el 2001 estando en el grupo de yoga, un maestro me leyó la carta astral y no supe que hacer con dicha información, necesitaba soluciones… Luego hace unos días fui a un lugar donde me echaron las cartas y fue aun más complicado lo que me dijeron. Sin embargo hay algo dentro de mí que me dice que estoy en las manos de Dios. Creo que eso me impulsa a seguir en la busqueda y que es la razón por la que estoy aquí.
Gracias por compartir tus experiencias y conocimiento.
Anabel dice
Coincido contigo, Mª Jesús: A mí tambien mi carta astral me ha ayudado a conocerme mejor, a comprender por qué me atraen ciertas cosas y otras no, y a aceptarlo: a potenciar mis cualidades y a reconocer mis debilidades. Yo también me he re-descubierto en ella. Te leía y reconocía mi misma emoción al comprobar cómo y de qué manera, tan certera, me sentía representada en esas emociones y en esas tendencias. GRACIAS por tus palabras.