¿Te has preguntado por qué no se puede pretender hacer Naturopatía prescribiendo remedios a “golpe” de vademécum?
Hay algo importante a tener en cuenta si despachas productos en una herboristería. O si los sugieres en tu consulta de estética, masaje o como complemento en cualquier otra forma de terapia natural de tipo que sea. Es muy recomendable que tengas una formación adecuada que te permite no incurrir en ciertos errores, comprendiendo además el por qué de ello.
Y contestando a la pregunta planteada, me dirán y no sin razón:
Porque en el mejor de los casos los remedios recomendados no funcionarán.
Lo que, en todo caso, no sería tan problemático, diría yo.
Pues lo peor de todo, cuando le decimos a alguien que tal o cual remedio va muy bien porque a mí o a no se quién… le fue de maravilla. ¡Es que podrían funcionar!
Y de paso… enmascarar síntomas que revelan el origen de una afección peor. O que al arreglar una cosa pequeña estropeas otra mayor.
Por ejemplo:
Podrías curar una afección de la piel y al hacerlo, haber cerrado una vía de escape de toxinas que por ese medio conseguía salir del cuerpo, al estar cerradas sus vías normales de excreción. Entonces, esas toxinas ahora buscarían otra forma de salida más drástica que antes el cuerpo evitó utilizar (siempre elige el mal menor).
Lo que podría causar tal vez, un brote de asma… Por eso no se puede recomendar a “golpe” de vademécum de herbolario.
Autora: Amadeli Díaz Carrasco, especialista en Naturopatía, Acupuntura e Iridología.