Cuando una persona comienza una psicoterapia o terapia psicológica es habitual que se manifiesten ciertas resistencias mentales y emocionales al proceso.
Las terapias humanistas están basadas en la importancia del contacto humano, y buscan el desarrollo personal del individuo.
Las resistencias al proceso terapético tienen que ver, por tanto, con el miedo a crecer, a contactar, o a cambiar. Vamos a ver estas resistencias —inevitables y necesarios, por otro lado— más detenidamente.
La Resistencia de no querer cambiar
Cuando una persona permanece en un estado es por algo. Muchas veces se le oye al cliente quejarse, y expresar pseudo-deseos de dejar de estar así, pero cierto es que a menudo hay compensaciones por las que la persona no cambia.
Un ejemplo es hacerse la víctima. Desmantelar este mecanismo y hacer perder el miedo al cambio, es una tarea fundamental en la psicoterapia.
La Resistencia de no querer afrontar algo
A lo largo de nuestra vida acumulamos experiencias de todo tipo, y algunas las tapamos por miedo, por vergüenza o por otras razones mayores o menores.
Mientras algo está cubierto, este algo pasa inmediatamente a la sombra, la cual reside en el inconsciente. La sombra toma mucha fuerza, e impide la realización personal y el bienestar de nuestro Yo.
La Resistencia a verse y a descubrirse
«¿Y si no soy como creo ser?», «¿Y si descubro que no me gusta algo de mí?», «¿Qué me voy a encontrar en este proceso?»
Sin embargo, el mayor triste pecado es no ser uno mismo. El proceso de autodescubrimiento debe realizarse para sanar toda herida y llegar a la verdadera plenitud.
La Resistencia a no ceder ante el terapeuta
Otra de las resistencias que he podido constatar al realizar la terapia gestalt en Madrid es la desconfianza inicial que tiene el cliente ante el terapeuta. «¿Cómo será el terapeuta?», «¿Qué me va a hacer?», «¿Y si me critica y mi juzga?»
Fomentar la confianza y la naturalidad en el contacto humano facilita la superación de esta resistencia, siempre que el cliente esté dispuesto a dejarse ayudar y el terapeuta tenga capacidad para abrir al cliente.
Conclusiones
Pienso que estas son las resistencias más habituales en el transcurso de un proceso terapéutico. Hay que tener en cuenta que las resistencias son humanas y son necesarias.
Sólo el permanecer en ellas más tiempo de la cuenta, puede obstaculizar la relación terapeuta-paciente y, en consecuencia, el resultado óptimo de la terapia.
Por último, no puedo resistirme a decir que contar con la carta natal astrológica del cliente, favorece y agiliza enormemente la psicoterapia, ya que el terapeuta tiene un mapa psicológico de la persona.
Autor: José Ignacio Marina, Astrólogo Transpersonal y Psicoterapeuta.
URL: Desarrollo personal
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