Carl Gustav Jung definió los arquetipos de la siguiente manera:
“Los arquetipos son elementos estructurales numinosos de la psique y poseen cierta autonomía y energía específica, en virtud de la cual pueden atraerse los contenidos de la conciencia que los convenga.”
“No se trata de representaciones heredadas, sino de cierta disposición innata a la formación de representaciones paralelas que denominé “Inconsciente Colectivo». Corresponde al concepto biológico de “Pautas de Comportamiento”.
Las imágenes del Tarot forman parte de ese «inconsciente Colectivo», y por lo tanto no definen personas, cosas o acontecimientos, sino que proyectan a las personas, cosas y acontecimientos dentro del inconsciente individual y colectivo.
Cuando se consulta el Tarot se puede afirmar en consecuencia que, no son las cartas lo que se leen, sino la propia vida del consultante. Las imagenes recogen lo que existe en nuestra experiencia básica, nuestras emociones, nuestras miedos y nuestros deseos inconscientes.
Todo individuo que estudie, se adentre y aprenda el lenguaje del Tarot Terapéutico con interés y dedicación, experimentará una transformación vital que no es más que la participación mayor del inconsciente en su vida consciente.
Las imágenes arquetípicas del Tarot conectan con nuestra psique y nos muestran, finalmente, el camino hacia la espiritualidad.