Hace poco más de un año, José Ignacio nos hablaba de los “efectos colaterales” de estudiar Astrología.
(Puedes leerlo pinchando aquí: Lo que cambia en ti cuando aprendes Astrología, efectos colaterales )
Hoy quería retomar el tema. Porque estudiar Astrología no se parece en nada a lo que hacemos en el colegio o la universidad. Te da conocimientos, pero son secundarios: lo principal es que cambia tu mirada.
Es esa mirada nueva lo que acaba transformando al estudiante de Astrología, lo que hace que su vida y su mundo cambien.
Educar la percepción
Todo aprendizaje implica una educación de la percepción.
El músico no sólo escucha las notas: también la relación entre ellas, la estructura que no se oye, pero que está ahí.
Donde nosotros vemos una piedra, el geólogo ve las marcas del tiempo, que cuentan la historia de nuestro planeta.
El empresario de éxito es capaz de captar una oportunidad de expansión cuando la ve, antes que nadie.
Todos ellos, y todos nosotros, hemos aprendido a mirar con “ojo clínico” los asuntos relacionados con nuestra profesión. Hemos adquirido una forma de percibir que no teníamos antes. Entonces, ¿por qué es diferente la Astrología?
La Astrología multiplica la realidad
La mayoría de conocimientos nos obliga a especializarnos: la nueva percepción que tenemos la aplicamos a un campo específico. Es una parte de nuestra vida.
Aunque nos llevemos todos los días trabajo a casa, y el ordenador a la playa, el trabajo sigue siendo sólo una faceta de la vida.
Y, de hecho, nos quejamos cuando le roba tiempo a otras facetas: ser padre, miembro del club de montañismo, cocinero aficionado…
La Astrología funciona al contrario: la primera sorpresa que nos llevamos cuando la descubrimos es que amplía y multiplica la realidad.
Creemos que vivimos en un mundo material y mental, para el cual nos educaron. Pero la Astrología incluye el “reino olvidado” de las emociones y de la intuición.
Los incluye en la totalidad del sistema, y además nos enseña que deben estar integrados.
O nos puede suceder que nos consideramos personas “muy espirituales”, pero prestamos poca atención a asuntos más concretos, y entonces también estamos “descompensados”, y podemos vivir a golpes con la realidad.
Nos inclinamos a separar, dividir, delimitar. La Astrología nos invita a unir e integrar, equilibrar y ampliar la conciencia.
Cualquier rama del conocimiento nos enseña a “entornar los ojos para percibir el detalle”.
La Astrología, en cambio, nos enseña a abrir los ojos cada vez más, para ver cómo los detalles forman parte de una trama que lo abarca todo.
Transformación y miedo
Parece un detalle de poca importancia.
Sin embargo, profundizar en la mirada astrológica, tiene consecuencias profundas y totales sobre nuestras acciones, pensamientos, decisiones…
Y no puede ser de otra manera.
“Como es arriba, es abajo; como es adentro, es afuera”. Es uno de los lemas más antiguos de la Astrología, que encierra toda la sabiduría de esta ciencia.
Pero a veces nos da miedo llegar demasiado lejos en las conclusiones, porque nos conducen al cambio.
Si la Astrología funciona, entonces nos tenemos que plantear muy seriamente si las cosas son como “nos las enseñaron a percibir”.
Y, si el mundo no es como creo que es, lo más probable es que yo tampoco soy lo que creo.
La Astrología nos hace ver que somos lo que creemos, pero también somos mucho más que no sabemos.
Por eso nos cambia, aunque no lo notemos, o no lo queramos.
Cuando estudiamos Astrología nos conocemos más a fondo. Ya no podemos decir que somos los mismos, porque ya no nos vemos igual.
Y, cuando cambiamos, cambia el entorno, “por arte de magia”. Se transforma nuestra relación con el mundo, y eso abarca parejas, amigos, trabajo, gustos, deseos… ¡Todo!
Situarse en otro plano
La Astrología, por tanto, nos sitúa en otro plano, desde el cual podemos ver la totalidad y su sentido.
Nos saca las “orejeras” que restringen el campo de visión y nos impiden crecer, ser-más-yo.
No resuelve mágicamente tus problemas, pero te ayuda a enfocarlos de manera más realista y tratarlos según su medida.
La mayoría de nuestros problemas y conflictos están causados por miedos o patrones de pensamiento inconscientes, que se pueden detectar a través de la Carta Natal.
Y todos pueden resolverse… si cambiamos nuestra mirada.
Si estudias Astrología, en los comentarios puedes contarnos cómo te ha cambiado a ti.
O quizá te atraiga, pero no te atrevas a dar el paso. Cuéntanos por qué.
Hola. No soy astróloga pero me gusta leer sobre astrología. La enseñanza es que me ha ayudado a comprenderme y aceptar a los demás como son. Todos los días la astrología me enseña algo nuevo sobre las personas y la vida.
Hola, Rebeca:
Así es, tal cual.
La Astrología nos enseña el interior de la persona, con sus conflictos, tensiones, luchas internas y externas. Nos muestra la luz y la sombra, mucho más allá de la fachada.
Cuando empleamos esa mirada, más profunda y comprensiva, nos volvemos más empáticos. Dejamos de juzgar, y nos hacemos mucho más tolerantes.
Saludos