En La Rueda de la Fortuna del Tarot encontramos a tres animalitos que giran con el movimiento de una Rueda apoyada sobre el agua.
¿Qué nos simboliza esta imagen?
La Rueda de la Fortuna nos expresa la dinámica de nuestra vida mundana: los ciclos. Todo tiene un inicio y un fin. Todo sube y todo baja.
El Arcano Mayor número X nos advierte de la ilusión de permanecer en un estado de forma ininterrumpida y eterna. A la alegría le sigue la tristeza, al día le sigue la noche, al éxito le sigue el fracaso, etc.
Sólo el centro de la rueda permanece inmóvil, indicativo muy espiritual. Cuanto más centrados estamos, cuanto más conectados con nuestro interior, menos nos alterarán las circunstancias externas. ¿Recuerdas el propósito de la vida según Nisargadatta?
Cuando La Rueda de la Fortuna sale en una tirada podemos preguntarnos, ¿estoy repitiendo algo?, ¿he de cerrar algo del pasado?, ¿qué he de comenzar ahora?
En psicoterapia puede expresarnos la importancia de fluir con la vida. Su psicología tiene que ver con las adicciones, el apego, las obsesiones, etc.
Con El Ermitaño terminamos un ciclo. Ahora, con La Rueda de la Fortuna, es hora de comenzar uno nuevo… pero con lo aprendido de los 9 arcanos mayores anteriores. Comienza un camino de mayor transformación y espiritualidad.
En los comentarios podremos hablar mejor acerca de su simbología concreta.
Cuéntanos, ¿qué te hace sentir la imagen de La Rueda de La Fortuna?
José Ignacio Marina, Astrólogo Transpersonal y Tarólogo.
Dulce Choclán, Taróloga, Psicóloga y Coach PNL.
Lo primero es que la rueda es enigmática. Cuando la veo es la figura de arriba la que llama toda mi atención, me mira, no me quiere decir nada, no me dirá nada, sólo me mira. Es algo que yo descubriré por mí misma al vivir.
Lo que he llegado a comprender de su mensaje es algo así: «Esto sobre lo que estoy sentada es tu vida, pero acá arriba hay un enigma, y no necesitas saber porqué ni para qué estas viviendo lo que vives, no está en tus manos cambiarlo.»
Y también: » Lo único que puedes hacer es aceptarlo y vivir lo que te toque» «Quejas y reclamos no servirán» «Hay una inteligencia (la espada) superior, espiritual (color celeste) que lo comanda» (la corona).
Acepto y espero, porque sé que algo está cambiando en mi vida, y no será más de lo mismo, será un salto cualitativo. Entonces uso el tiempo como instrumento, el tiempo me lo dirá, y cuando me lo diga lo sabré.
Si uno está despierto se oye el mensaje y entonces uno obedece.
Es también: «No sigas preguntando»
A mi me recuerda que nada es inmutable, como el cuento oriental que cierra con «esto tambien pasará»
El agua sobre la que se apoya la rueda es el mar de dudas, o las incertidumbres, o todo lo desconocido, o aquello a lo que no podemos acceder concientemente en la situación en que estamos cuando esta carta se nos aparece. Es una carta que a mi juicio no da respuestas, deja en suspenso la cosa. Como que es una situación abierta, sin limitar, de transición, no estás en ninguna parte. O estás fuera del tiempo y del espacio. Por eso te dice «no preguntes más, ya lo sabras» Es el lugar entre el fin y el comienzo, y uno lo siente así y se pone impaciente porque las cosas están tan oscuras todavía. Y acá suele insistir mucho por saber, y recurre a las mancias, y te sale esta carta. 😀
Personalmente no veo La Rueda apoyada sobre un mar de dudas, sino más bien apoyada sobre el vaivén del mar. Eso es parte de la Ley de los ciclos.
La Rueda no está en el aire, está sujeta a una estructura, a una base (sobre un 4) que nos recuerda que los ciclos están sujetos a una estructura cíclica:«… Las estaciones no se empujan las unas a las otras; ni las nubes avanzan al viento a través de
los cielos.
Todas las cosas suceden en su momento adecuado – subiendo, cayendo, subiendo, como las
olas de los mares, en la rueda del tiempo…»
Así funciona, si hemos alcanzado la sabiduría suficiente con los 9 Arcanos anteriores, La Rueda nos dirá que es tiempo de iniciar un nuevo ciclo, no es cuestión de dudar, o de sentir incertidumbre, sino de dejarse llevar por la «naturalidad» de los cambios.
Por eso para mí una palabra clave en La Ruleta es FLUIR. Comprender qué es fluir (más allá del ego), entender que todo es movimiento, y que no hay nada (salvo el centro de la Rueda) que no esté en movimiento. Ser Ruleta es acompañar los vaivenes de la vida.
Me viene intuitivamente en este momento un simil con Virgo y su integración con el entorno.
y sagitario ?
Sí, sin duda, la confianza resultante de fluir y ver que todo va bien. Y gracias a tu comentario, ahora entiendo por qué me vino lo de Virgo, porque es el anterior signo mutable, la preparación a Sagitario.
Pore que estan los signos fijos en esta carta?
Porque nada es estable; todo cambia, pero requiere su tiempo. Es el «tetramorphos».
podrias explicarme eso Iñaki?
El «tetramorphos» es una imagen religiosa de los cuatro evangelistas el Día del Jucio Final. Forman parte del Pantocrator: Cristo aparece sentado en el centro diciendo: «Ego sum Lux Mundi» («Yo soy la Luz del Mundo»), y alrededor de él los cuatro evangelistas representados de la siguiente manera: San Lucas como el toro (Tauro), San Marcos como el león (Leo), San Juan como el águila (Escorpio), y San Mateo como un ángel (Acuario).
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A ver que os parece.
Algo llama mi atención, y pienso que la rueda está mostrando el ciclo entero, del 1 al 21. Lo veo así: la rueda tiene 6 rayos, si sumo todos los números hasta el seis el resultado es 21:
1+2+3+4+5+6=21
6 es el número del hexágono, los dos grandes trígonos de la estrella de David. Esa estrella está también en el Arcano 21, los 4 signos fijos y el hombre integrado central, el androide
Qué tal si la rueda en verdad nos dice «Si has llegado hasta acá, sigue hasta el final». Es decir, es una carta de umbral, estás cruzando un umbral.
Gracias por la imagen Iñaki, muy hermosa. Está acuario en la carta, o lo de abajo es el mar? Yo lo veo mar, acuario seria un ser humano creo no…?
Marta: cuando miro la carta de la rueda, la imagen que me viene es esa que decis: el ciclo, la rueda que te lleva, te impulsa, porque es la rueda de la vida, si estas vivo, estas en la rueda…mi visualizacion es estar en la rueda como esta cualquiera de esas figuras, y cuando completas el ciclo de pronto te dice «ahi vamos de nuevo!». Desde ese sentido seria como un umbral, pero no al estilo de saturno, sino más que umbral un mojón.
Ya queda poco para mi carta. Dios, que impaciencia.
El león está arriba porque la última era en que «giró la rueda» fue en la era de leo. No siempre fueron cartas. Esto es un estudio astrológico que advierte sobre el cambio de eras, y que sucede con ello. El próximo cambio, o giro, ya que los polos se invierten, es en acuario, ¿les suena 21 de diciembre de 2012? todas pero todas las culturas ancestrales nos están avisando, todos los documentos antiguos, los que profetizaron, pero… nosotros seguimos con las interpretaciones de la corte de luis xv, marsella y los juegos de salón, claro que el libre albedrío sobre las interpretaciones está muy bien, y… quizás la equivocada sea yo. Abrazos.
Quizás…Las dos figuras fijadas a la Rueda aparecen como dos formas de la libido del inconsciente animal, atrapadas en el interminable ciclo de la naturaleza; el yang domina y organiza, el yin recibe y contiene…
La Esfinge monstruosa nos advierte del destino que aguarda a aquéllos que osan elevarse por encima del resto de las criaturas y escapar así de la rueda del destino humano… Esta Esfinge está llena de contradicciones : es la oportunidad del ser humano de hallar el significado dentro de un sistema movido aparentemente sólo por la energía animal , pero es también la incitación a ir más allá de los límites…
La Rueda es un sistema de fuerzas cuya esencia es el movimiento (la vida como proceso, constante transformación, integración y desintegración, generación y degeneración, arriba y abajo, nacimiento y muerte, lo temporal y lo eterno, movimiento y estabilidad, trascendencia e intrascendencia), la simultaneidad de los opuestos, cuyo desarrollo se extiende hasta el infinito. El centro representa la ley universal, lo arquetípico o eterno, lo subjetivo o ideal, la plenitud indiferenciada del puro ser, cuya esencia es inmutable e imperecedera… El amplio y vertiginoso borde está expuesto por su rápido movimiento a varias visiones nuevas que se le presentan con gran velocidad; carece de estabilidad y unidad, es la aplicación individual de la ley universal, representa lo efímero y específico, lo objetivo y real, ofrece modificaciones, experiencias y movimientos…
Nos sugiere que los momentos de nuestra vida no suceden como acontecimientos repentinos sino que son parte siempre cambiante de un proceso por el cual el pasado emerge en nuestra vida presente y va irremisiblemente hacia el futuro; nos ayuda a aceptar las paradojas del momento… Aprender a anticiparnos al ritmo de La Rueda, nos permite escapar de vernos constantemente abatidos por sacudidas inesperadas…
En momentos de confusión, conectarnos con su centro nos da tranquilidad y estabilidad… Cuando nos sentimos sin vida, contemplar su borde nos contacta con las energías sin frontera de la vida…