Los Arcanos Mayores del Tarot son arquetipos vivos, imágenes que despiertan nuestra energía esencial.
Somos energía, y esa energía que somos se puede comprender con el Tarot. Estudiar Tarot Terapéutico es respirar la sustancia de la que estamos hechos.
Presento a continuación el trabajo de José Meroño, uno de nuestros alumnos de la formación de Tarólogos que impartimos en el Centro Sermasyo de Madrid.
José es un artista que escribió este artículo después de explicar en clase el Arcano de El Mago e introducirnos en su significado energético, psicológico y terapéutico, su luz y sombra. Ya nos contó en Sermasyo Autoconocimiento y Terapia a través de la pintura. Su página web es www.josemeronyo.com
Tras leer «El Artista Mágico» podemos saber que todos llevamos un artista dentro, un Mago a la espera de inspirarse y plasmar su inspiración uniendo el cielo y la tierra, lo divino y lo humano.
¡A descubrir El Mago!
El Nacimiento
El viaje comienza con El Mago (I). La Luz que somos comienza a experimentar a través de su nuevo cuerpo, al que acaba de habitar.
Para mí El Mago encarna al arquetipo del artista.
Lejos de ser un producto de la cultura, el Arte surge ya en el amanecer de la especie humana como una manifestación de nuestra esencia divina. Las pinturas rupestres eran pintadas por chamanes que realizaban imágenes alucinadas de seres mitad animal mitad humanos, hombres cuyos cuerpos parecen expulsar rayos, pinturas totalmente abstractas consistentes en formas geométricas cuadriculadas, espirales y circulares, animales rodeados de puntos de color, etc.
El Arte surgió como una materialización y manifestación del contacto de ciertos hombres con una realidad transpersonal, superior a sí mismos. Para mí ése es El Mago: conectado a través de su varita con una realidad superior, la percibe, reflexiona sobre ella y la materializa creando una obra de Arte con los elementos de que dispone, conectando el mundo espiritual con el físico.
Toda gran obra de Arte es la materialización de la conexión entre los planos superiores e inferiores demostrando que todos se funden de forma homogénea. Esto es tan vigente hoy como hace 25.000 años.

La Primera Mirada
A veces algo sucede en mi mirada. Miro un determinado objeto (por ejemplo una naranja, que había visto miles de veces) y entonces el Universo se abre y expande desde dicho objeto, que de pronto percibo como algo nuevo, vivo, vibrante, y veo un milagro en una naranja, y la veo con la misma frescura inocente de un niño que ve una naranja por primera vez en su vida y la percibe y la vive como algo extraordinario; ésa es la mirada de El Mago.
Un ejemplo de esto es Velázquez, que por primera vez en la Historia se atreve a pintar un huevo frito porque ve en ese objeto cotidiano una magia maravillosa que merece ser pintada.

La obra de Arte surge porque en realidad no puedo evitar pintarla, todo mi cuerpo se estremece con el deseo de empezar ya a pintar ese milagro, y el cuadro (que es un continuo proceso de experimentación de posibilidades, jugando con diferentes formas, colores, texturas, materiales, etc.) sólo lo considero acabado cuando la pintura, que no deja de ser pura materia (pigmentos mezclados con aglutinante extendidos en una tabla de madera) expresa a través de la imagen visible de la naranja el prodigio invisible que percibo que es en realidad esa naranja.
En mi pintura transformo la realidad para dar espacio a toda la fuerza emocional del inconsciente, pero siempre parto de la realidad porque ahí está ya todo contenido. Un ejemplo de esto es el retrato del Papa Inocencio X, de Velázquez, en una prodigiosa mezcla de inteligencia y técnica: la pintura inerte crea algo Vivo, que respira, que siente, que está habitado por un Alma (cuando el Papa vio la obra finalizada de Velázquez exclamó con una extraña mezcla de reproche y elogio: “Troppo Vero!” {“¡Demasiado Real!”}.
El Papa Inocencio X pintado por Velázquez y versionado tres siglos después por Francis Bacon; Todas las versiones de Bacon están ya contenidas dentro del original de Velázquez.
La mano izquierda de El Mago percibe y la derecha ejecuta, y en este caso lo hace con gran respeto y aceptación hacia el modelo y el mundo, demostrando que las cosas, tal y como son, son suficientes, sin quitar ni añadir nada; además el mago Velázquez usa las herramientas de que dispone y con los mínimos elementos expresa todo el Mundo, porque en la realidad está todo, en una naranja, en una sola persona (en este caso un Papa), si lo sabes ver, está contenido el Universo entero.
Nunca tan poco expresó tanto.
Nunca tanto silencio dijo tanto.
Nunca algo tan muerto estuvo tan vivo.
MAGIA.
La Unidad
El Mago une opuestos.
El Mundo está constituido de tal forma que toda manifestación, ya sea física, mental o emocional, viene ligada a un polo opuesto: día y noche, tristeza y alegría, movimiento y quietud, sonido y silencio, pobreza y riqueza…
Para mí una de las grandezas del Arte es comprender, sentir y demostrar que la diferencia entre dichos polos es sólo de grado, de manera que cualquier conflicto se puede disolver y cualquier paradoja se puede resolver.

En el Arte los polos se funden: lo visible y lo invisible, la materia y el espíritu, el silencio y la expresión, lo muerto y lo vivo, lo figurativo y lo abstracto, lo finito y lo infinito…
Cuando pinto siento cómo las formas que surgen en el cuadro me llevan a lo que no tiene forma, de manera que lo más importante de mis pinturas es lo que no se ve, es decir, en algún momento la obra en la que trabajo (y aún no sé cómo sucede esto, es pura magia) se convierte en una región del espacio físico en la que una membrana se rasga y surge un nuevo mundo, otro cosmos que invade la superficie de mis cuadros y se queda a vivir allí, en los límites de una tabla de madera pintada.
Por supuesto el mundo polarizado tiene su propio polo opuesto, que es la Unidad, y el Arte, en la medida en que resuelve conflictos y unifica realidades diferentes de forma mágica, se convierte en una herramienta de desarrollo personal, acercándonos a la Unidad, donde todo converge.
…Es una explicación muy interesante!!! Gracias sinceramente por compartirla…Así como por la oportunidad de que los lectores podamos inscribir aquí también nuestra Palabra.
Estoy muy de acuerdo con que el Mago encarna el Arquetipo de Artista. Yo considero que el verdadero Artista, también es Mago…En el sentido que es Creador de su Propia Realidad….Y precisamente, tal y como nos enseña la Iniciación, el Arte es un medio, jamás una fin. Una herramienta con la que generar una Realidad Propia…Y en ese camino que como Artista Creo para hacerlo posible, lograr la Existencia.
Considero que en Todo caso, el Arquetipo de «El Mago» y por tanto, del «Artista», es algo a Alcanzar de Uno en Uno, no es algo que al humano se le haya dado por herencia…Se trata de un Estado de Conciencia que sólo se Alcanza Desde un Recorrido Interior que sólo es posible Desde las Leyes de la Iniciación, tome esta la forma que tome. Si el humano no dirige su Pensamiento, su Palabra, su Sentimiento y su Acción Desde la misma Ley y hacia su Deseo…Ese estado Arquetípico de «El Artista Mágico» es Inalcanzable.
Gracias nuevamente por la Oportunidad 🙂
Gracias por el comentario, Marc. Yo también siento que se es Artista Mágico al contactar sinceramente con el Universo y sus Leyes, percibiendo nuevas realidades y materializándolas a través de una obra artística; para mí una obra de Arte debe ser algo vivo, que respire, que tenga alma, y eso sólo lo puede hacer un Mago!
«tropo vero»!!! ya lo creo, de Inocencio parece no tener nada y con seguridad no lo tenía. Inocencio es un chiste negro de este hombre jejejej.
Muy bueno José Meroño, gracias!
Gracias Marta! En la exposición que hubo hace un mes en el Prado vi el cuadro del Papa Inocencio X, realmente delante de esa pintura podía «ver» y sentir su respiración, su flujo sanguíneo, su tensión en las mandíbulas, su alma, con la sensación de que estaba ante una persona real!
Es Velazquez, es increible.
Hay una descripción de Las Meninas en Las Palabras y las Cosas de Michel Foucault. Con esa descripción, con palabras, comienza su libro.
A Velazquez no le alcanzan las palabras, cada cuadro es más que un libro entero y no solo te muestra la superficie de las cosas. Se ven las emociones, la índole, los recuerdos, lo que piensan, los roles y las jerarquías, la inocencia y la malicia y sigues mirando y aparecen cosas. Claro que es magia. Es un retratista. Realmente ha inmortalizado a la gente que pintó, pero todos están desnudos por dentro, jejejejej
Igual sucede con las imágenes del tarot y del I Ching. Son interminables. Murillo también tiene eso. Hay dos mujeres en la ventana, ese cuadro. Yo ya las conozco como si fueran mis vecinas, jejejej. Es cosa de sentarse y sentir lo que te dicen.
Un gusto José, saludos!
Totalmente Jose, el mago es un arista, un creador de realidades, y el autorretrato de Velázquez lo representa muy bien, la varita es el pincel, la mesa de mezclas con los cuatro elementos es la paleta llena de colores puros y de mezclas infinitas … hasta la casasca con las mangas farol, el cuello subido y el cinturón recuerdan a la del Mago de Marsella. Velázquez, como el Mago, abre «ventanas» a lo nuevo, reinventa las formas . Actúa desde lo individual, proyectando sus habilidades en el cuadro. Es capaz de sacar todo su mundo interior -invisible-, a fuera, dándole forma para que lo podamos ver.
Y si nos vamos al significado literal de la palabra ARTE, nos encontramos con esta descripción tan… mágica:
«Acto mediante el cual imita o expresa el hombre lo material o lo invisible, valiéndose de la materia, de la imagen o del sonido, y crea copiando o imaginando: obras de arte».
Yo me quedo con la idea de que el verdadero artista imagina, reinventa y no copia, porque, como se dijo un día en clase, su creatividad es infinita, está conectada a la fuente y no se agota nunca.
El artista frente a un lienzo en blanco tiene infinitas posibilidades de hacer y y su actitud ante él es la misma que tiene el Mago frente a la vida.
Un beso, artista!
Natacha
Hola Natacha, me gusta lo que dices de reinventar, no copiar; el Mago nos dice que todo lo que creamos físicamente, nació primero como una idea. Pero el Mago no crea esa idea, ésta llega a él cuando se conecta con la Fuente; es original en el sentido estricto de la palabra: «Vuelve al Origen». Por eso en Arte no existe el progreso, sólo existe una conexión con la Fuente que se materializa en una obra. Como decía Picasso «Lo que no es tradición, es plagio».